Los hechos ocurridos en esta legislatura se han convertido en algo muy especial en los últimos tiempos. Y es que los ciudadanos han escuchado a las dos más altas autoridades del Estado, el Rey y el Presidente del Gobierno, pedirles perdón, cada uno por su propio motivo. Pero no son los únicos. Son muchos los que han tenido que disculparse tras ver como se les relacionaba, de una u otra forma, con tramas ilegales o conductas poco éticas o censurables.
Las disculpas del Rey Don Juan Carlos fueron sólo diez palabras, pero marcaron un antes y un después en la imagen del monarca. Se disculpaba ante los españoles por sus días de cacería en Botsuana en plena crisis.
Desde aquel, perdones ha habido muchos. El último, el del Presidente del Gobierno, este martes en el Senado. "Quiero pedir disculpas a todos los españoles por haber situado en puestos que no eran dignos a quienes en apariencia han abusado de ellos", aseguró Mariano Rajoy tras la aparición de la Operación Púnica.
Veinticuatro horas antes Esperanza Aguirre entonaba su propio 'meaculpa', pidiendo perdón por "haber confiado" en algunos de los detenidos por la misma operación. Para Aguirre este gesto no es nuevo, ya pidió disculpas por aparcar en un carril bus.
También le tocó disculparse a Pedro Sánchez por el escándalo de las tarjetas opacas, al igual que hizo el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, por los consejeros de Caja Madrid militantes de ambas formaciones.
Uno de los últimos y más polémicos ha sido el Consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, que tuvo que pedir disculpas tras sus declaraciones sobre Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de ébola, a la que culpó de "mentir" y "tocarse la cara" con el guante.
