La estrategia de César para acabar con Octavio... ¡pasa por Amanda!: “Tengo que darle donde más le duele”

César cuenta con dos grandes apoyos en Oramas para cobrarse su venganza: Humberto, un viejo amigo de la familia, y Laura, su expareja que ha dejado todo atrás para estar al lado del joven. Todos quieren ayudarle, pero piden calma y paciencia a César para no dar un paso en falso.

A veces puede parecer que César va dando sus pasos impulsivamente, pero detrás de cada decisión hay mucho razonamiento detrás. Por ello, el joven decide acudir a un elegante restaurante con Laura con el fin de espiar y vigilar a Amanda que, por si fuera poco, está celebrando su aniversario con Álvaro.

Laura no entiende ni qué hacen allí, ni el entusiasmo de César por colaborar con el Grupo Oramas, a lo que el joven nombra al caballo de Troya. “Quiero entrar a ese negocio para reventarlo desde dentro”, le dice César, casi con rabia.

A Laura no se le pasa nada y pregunta si Amanda formará parte de su plan, pero no se deja engañar por César. “Esa muchacha te encanta”, le señala Laura. El joven pregunta muy serio: “¿Tú crees que podría enamorarme de la hija del hombre que mató a mi padre?”.

El joven niega sus sentimientos, pero ve en Amanda la oportunidad perfecta para atacar a Octavio. “Tengo que darle donde más le duele, y eso es su hija y su dinero... en ese orden”, señala César.

Nadie elige de quién se enamora, y las chispas saltan cada vez que César y Amanda se ven. ¿Será capaz de ignorar sus sentimientos?

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