Paloma Lago y Alfonso Villares, ni rastro el día de la presunta agresión sexual: "Mareada y desorientada"

El 27 de diciembre de 2024 es la fecha en la que ocurren los hechos denunciados por Paloma Lago hacia Alfonso Villares por presunta agresión sexual. Ambos se encuentran en el interior de la casa de la presentadora. Algo que corrobora un testigo.

Lo que sucedió después forma parte de la investigación policial que se está llevando a cabo: "Según recoge el atestado y ha podido saber ABC, un familiar de la presentadora llamó al teléfono de emergencias 112 para alertar de que la había encontrado mareada y desorientada en su domicilio".

Mareada, desorientada y aturdida, es como lo destacan fuentes policiales al programa de Y ahora Sonsoles. Ella les cuenta que "algo ha pasado contra su voluntad": "La denuncia también señala que la mujer recibió atención médica", indica ABC.

Los agentes de la Policía Nacional recogen la versión de Paloma Lago, que lo cuenta además ante ese familiar que llamó al teléfono de emergencias. Se trata de un sobrino, testigo clave que vio salir a un hombre de la casa y quien la atendió en primer lugar. La denuncia aúna sí tarda en formalizarse.

"Cuatro días más tarde, Lago la presentaba". y cinco meses después todo sale a la luz. La dimisión del político destapada una presunta agresión sexual que ahora se investiga con todas las cautelas.

La semana en la que presuntamente ocurre

En sus redes sociales, y tan solo 48 horas antes, Paloma posa sonriente.

El lunes 23 de diciembre, cuatro días antes de que se produzca la presunta agresión sexual, en torno a las seis y media de la tarde, es cuando Alfonso preside los actos del centenario de la cofradía de pescadores de Caión, algo que publicaba en sus redes sociales.

El martes 24 de diciembre, día de Nochebuena. El por aquel entonces conselleiro do mar felicita las fiestas; y al día siguiente celebra la navidad junto a su familia y vecinos.

El jueves, 26 de diciembre, Alfonso Villares reaparece públicamente en el acto de inauguración de una obra en el puerto de San Cibrao. Y, el 27 de diciembre, fecha marcada en el calendario, no se produce ni una imagen de los protagonistas durante 24 horas.

Tan solo se ve una foto de archivo que Alfonso Villares comparte despidiendo a un compañero. Es el sábado 28 de diciembre cuando vemos de nuevo al político participando en la jornada marinera de Ortigueira, A Coruña. Aparentemente pensativo y con rostro más serio de lo normal.

Ni rastro de Paloma Lago hasta casi un mes más tarde, el 20 de enero, donde publica en sus redes sociales la participación en el programa de Pasapalabra.