Denuncian una negligencia médica

Claudia fue a quitarse la escayola, pero acabó en quirófano y falleció: "No hacía falta esa operación"

Esta niña de 11 años nació con acondroplasia, una enfermedad que afecta al crecimiento. Se sometió a una operación de estiramiento de tibias y, aunque fue bien, necesitó una segunda intervención. Apenas 15 minutos después de entrar a quirófano, los médicos avisaron a sus padres de que había entrado en parada cardiorrespiratoria, y ese mismo día falleció.

Claudia era una niña sana y alegre que nació con acondroplasia, una enfermedad del crecimiento por la que sus padres sabían que tendría que someterse a varias operaciones a lo largo de su vida.

Con 11 años, pasó por quirófano para un estiramiento de tibias y, aunque fue bien, tuvo que llevar escayolas en ambas piernas durante meses. En una de las revisiones le dijeron que podría necesitar una nueva intervención.

Ya en el hospital le suministraron una medicación y sus padres se dieron cuenta de que no le había sentado bien, pero había pasado en otras ocasiones.

Se la llevaron a quirófano y le dijeron a los padres que sería una cirugía ambulatoria, pero la durmieron por completo. 15 minutos después, los médicos regresaron con malas noticias: Claudia había sufrido una parada cardiorrespiratoria y la trasladaron a la UCI.

Sus padres pidieron verla y se encontraron con su hija en muy mal estado. Ese mismo día falleció. Los médicos, sin embargo, no les explicaron nada y les preguntaron si querían realizarle una necropsia que, según los doctores, era lo mismo que una autopsia. "Nos engañaron cuando estábamos en shock por su muerte", ha dicho Amparo, su madre.

El resultado fue que no se observaron hallazgos que permitiesen establecer la causa, pero en el informe de la UCI lo achacaron a una reacción a la anestesia.

Los padres de Claudia denunciaron al hospital y culparon a los médicos del fallecimiento de la pequeña. Además, pidieron una autopsia y, al exhumar el cadáver, descubrieron que le habían extirpado todos los órganos.

Por tanto, es imposible tomar muestras que los incriminen y 9 años después, los padres de Claudia siguen luchando por conseguir que se haga justicia por su hija.