Accedemos a la finca de Teo 11 años después del crimen de Asunta: habla el jardinero de la familia Porto

En Y ahora Sonsoles hemos entrado en exclusiva a la casa de Teo, el lugar donde se cometió el crimen de Asunta 11 años después y que está a punto de ser vendida, como contamos en exclusiva.

Se encuentra en un estado de abandono absoluto y bajo la suciedad todavía quedan marcas de vida de la familia Porto: armarios que siguen guardando ropa de Rosario y Alfonso, estanterías llenas de libros y el piano que Asunta nunca volvió a tocar.

Más de una década después, esta vivienda sigue siendo el objeto de ladrones y curiosos, personas que con los años han ido invadiendo cada rincón. Por ejemplo, la habitación que hemos encontrado con la colcha puesta, un ventilador, un microondas y la ropa de una persona aparentemente instalada.

En la despensa, restos de comida y bebida y un salón reconvertido en una sala de fiesta con bebidas alcohólicas y altavoces.

Las paredes y los muebles semicalcinados recuerdan el incendio que se produjo en 2020 y en el jardín, la chatarra se acumula.

El jardinero de Teo, en exclusiva

En Y ahora Sonsoles hemos hablado además con el jardinero de la finca de Teo, amigo personal del padre de Rosario Porto. Él conocía a la familia de toda la vida porque primero hacía trabajos para el padre y después a ella.

El jardinero ha confesado que la relación era mejor con el padre, porque Rosario no pagaba religiosamente, como sí hacía él. "Pagaba bien pero después vinieron más problemas porque ella muy bien asentada de la cabeza parece que no estaba", ha asegurado.

Él, además, estuvo en prisión y se encontró con Rosario, que, ha asegurado, estaba muy quemada al principio pero después mejoró, aunque los cambios de prisión no le vinieron bien.

Dentro de la cárcel, no tuvieron demasiado contacto ha dicho y ha dejado claro que su relación era exclusivamente de trabajo.