"Tengo la conciencia tranquila porque somos muy inocentes"

Pablo, Alfonso, Zoilo, Alvaro y Francisco Javier Ruiz Mateos Rivero, acusados de provocar la quiebra de una empresa familiar, Finamerco, para eludir el pago más de tres millones de euros en la compra de unas bodegas se enfrentan a penas de 6 años de prisión cada uno. En 1996 la empresa de Ruiz-Mateos compró las bodegas por (3,9 millones de euros), pero sólo se pagaron 300.000 euros. Según Fiscalía, tras la compra se realizaron operaciones mercantiles con el objetivo de quebrar la empresa y eludir el pago.

Pero los hermanos Ruiz Mateos, de forma unánime, han señalado como responsable a él, a su padre, Jose María. Según los acusados, el único promotor de todas las decisiones que se tomaban en las empresas de la familia. Ante han juez han asegurado haber actuado por "lealtad absoluta hacia su padre". Joaquín Vivancos, abogado del patriarca de la familia durante 15 años, ha declarado también como testigo que "el papel de los hijos en Finamerco, como en el resto de sociedades patrimoniales, era ir a firmar. Firmaban donde se les indicaba"