Así es el Grupo Wagner: mercenarios al servicio de Putin acusados de torturas y masacres contra civiles

El Grupo Wagner se dio a conocer al comienzo de la guerra del Donbás, en el año 2014. En aquel momento recibió la tarea de ayudar a las milicias separatistas de las regiones de Lugansk y Donetsk. Desde entonces, ha mantenido una vinculación muy estrecha entre el líder de esta organización militar, Yevgueni Prigozhin, y el aparato estatal de Rusia.

Esa relación entre el Grupo Wagner y el Kremlin ha favorecido la expansión de sus actividades alrededor de todo el mundo, con el objetivo de aumentar la influencia rusa en países con gobiernos afines a Putin. Esas operaciones no se circunscriben a la acción militar, sino a “la obtención y elaboración de inteligencia, desarrollo de operaciones de información y desinformación, entre otras”, según Luis de la Corte, investigador del Instituto Español de Estudios Estratégicos.

De Ucrania a la República Centroafricana

El afán de expansión del grupo le ha llevado a países de todo el mundo, con presencia en cuatro continentes, si bien ha mantenido una actividad más destacada en África, especialmente en Libia, Sudán y la República Centroafricana.

En Ucrania, a partir del año 2014, colaboraron con las unidades de las Fuerzas Armadas y las unidades de inteligencia rusas. Al comienzo del conflicto, las tropas contaban con tan solo unos cuantos centenares de soldados, aunque su participación y el número de efectivos aumentaron conforme avanzó el conflicto.

En Libia, por otro lado, el Grupo Wagner ha desarrollado estrategias para apoyar a Rusia en el aumento de su influencia en el continente, y en Sudán ha prestado formación a soldados sudaneses y protección a personal de empresas mineras de origen ruso.

Las masacres contra civiles

El Grupo Wagner está en el punto de mira de las autoridades gubernamentales y oenegés de todo el mundo. El Servicio Federal de Inteligencia de Alemania tiene indicios sobre la relación de esta organización con las masacres de civiles en Ucrania. Por otro lado, Human Right Watch acusa a estos mercenarios de realizar “ejecuciones, practicar torturas y dar palizas a civiles” en la República Centroafricana”, y la asociación ACLED señala que el Grupo Wagner estuvo detrás del 50% de los actos de violencia política en ese país en los años 2021 y 2022.

Estas actuaciones han llevado a Estados Unidos a considerar al Grupo Wagner como una “organización criminal transnacional”, y la Unión Europea estableció en el año 2021 sanciones contra el grupo, contra ocho personas y también contra tres entidades vinculadas al mismo por “alimentar la violencia, saquear recursos naturales e intimidar a civiles”.

Wagner seguirá vivo

El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos sostiene que desde el inicio de la guerra en Ucrania han muerto unos 30.000 mercenarios del grupo Wagner. Además, el jefe del grupo, Yevgueni Prgozhin, se ha pronunciado sobre la falta de munición que está recibiendo por parte de Rusia, y han difundido imágenes de mercenarios muertos en el campo de batalla.

El experto de la Corte considera que su actuación en territorio ucraniano se ha podido sobreestimar y su poder de actuación es menor del percibido. Sin embargo, no hay indicios de que el grupo vaya a abandonar las operaciones en territorio ucraniano. De hecho, de la Corte avisa: “no hay ninguna señal de que el Grupo Wagner vaya a desaparecer pronto”.