El descuido del asesino en serie de Bilbao que ha ayudado a los investigadores a recomponer el caso

El joven de 25 años al que buscaba la Ertzaintza como autor de 4 crímenes, y sospechoso de estar relacionado con otros 4, se ha entregado a las autoridades. Señala el periodista Nacho Abad que este varón de nacionalidad colombiana tiene 2 antecedentes policiales no vinculados con el homicidio: por estafa en 2019 y de delitos contra la propiedad (hurtos y robos). La Ertzainza pensaba que el sospechoso seguía en el territorio nacional y había pedido ayuda a Policía Nacional para acceder a determinados datos como el registro de hospederías así como la fecha en la que entró en España o si había pedido asilo, que de hecho se le había rechazado y está en condición irregular en España.

Está previsto que esta misma mañana se registre la casa del sospechoso que se encuentra en Irún. Los investigadores buscarán éxtasis así como pertenencias de las presuntas víctimas. En el registro el equipo rastreará la vivienda en busca de elementos personales que le puedan ligar con las víctimas.

"Si la Ertzaintza puede demostrar que tuvo citas con las víctimas a través de la aplicación tendrá que asumirlo pero si él dice que tomaron éxtasis líquido pero les dejó bien es difícil mostrar la vinculación", apunta Nacho Abad. "Si tú los has matado, no entregas tendrás que tener una justificación", añade la abogada Bárbara Royo.

El modus operandi del asesino era el de quedar a través de una App de citas para chicos y una vez en sus casas le suministraba una droga que anulaba su voluntad. Los movimientos bancarios de una de las víctimas tras su muerte alertaron a sus familiares, que denunciaron los hechos ante la Ertzaintza. Una de sus víctimas era un profesor de música que residía en el barrio de San Ignacio. Los vecinos están muy impactados por la noticia y solo tienen buenas palabras sobre él. El presunto asesino actuó hasta en 2 ocasiones en el Casco Viejo de Bilbao.

La última víctima a la que intentó quitar la vida forcejear con él y logró zafarse. El presunto asesino en serie se dejó allí una mochila con pertenencias, un descuido que ahora ha ayudado a los investigadores a recomponer el caso.