¿Cómo diferenciar un buen roscón de Reyes de otro que no lo es? Los trucos de una nutricionista para acertar siempre

Da igual cuánto hayamos comido en los banquetes navideños. Ha llegado el momento de encargar, y comer, el dulce estrella de las Navidades (con permiso del panetone): el legendario roscón de Reyes. Este manjar navideño ya no solo se elaboraba en las pastelerías, sino que se puede encontrar en todas partes y durante todo el año. Por eso, no siempre es sencillo encontrar un roscón de Reyes realmente bueno.

El secreto está en la nata

De hecho, así nos lo asegura la nutricionista Verónica Chazín. El año pasado hubo 4 denuncias a supermercados porque aseguraban que el relleno del roscón era nata cuando realmente no lo era. Y esa es una de las claves. Chazín nos recuerda: "Algunos, en vez de llevar nata, llevan una mezcla de grasas vegetales como puede ser aceite de palma, aceite de colza o girasol".

"Algunos en vez de llevar nata llevan una mezcla de grasas vegetales como puede ser aceite de palma, aceite de colza o girasol"

Por eso, esta nutricionista nos aconseja fijarnos bien en los ingredientes: "En el relleno nos tiene que poner nata. En el momento que ponga una mezcla de grasas vegetales y nata al final, es que lleva otras cosas que no es nata". Además, Verónica Chazín señala que "la nata de verdad nos aporta además grasas saludables, vitamina D, proteínas y calcio".

Ojo también con la masa

Verónica Chazín nos recuerda que la masa del buen roscón de Reyes tiene que ser de mantequilla, sin embargo "otros llevan mucha levadura y mucho aire". Por eso, otro de los trucos para distinguir un buen roscón del que no lo es está en su peso. Es decir, el bueno tiene que pesar el doble que uno malo del mismo tamaño.

Pero, si hay un truco que no falla, suele estar en el precio: "Un roscón bueno nos cuesta más caro porque tiene productos de calidad.

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