El asesino de la maestra de Torremolinos le dice al juez que no recuerda nada

Cuatro y veinte de la tarde del pasado 5 de marzo, Ana Isabel, profesora de ingles de 47 años manda un mensaje a una amiga, 5 horas después su cadáver degollado aparece en su casa de Torremolinos. Su expareja, Carlos Ríos, un informático de 46 años confiesa el crimen. Lo hace ante los médicos que le atienden tras intentar suicidarse ingiriendo pastillas. La policia cientifica descubre en el cadaver 22 puñaladas y un corte profundo en el cuello realizado con un machete que el asesino compró el día anterior.

A los agentes les cuenta que, tras acabar con la vida de su expareja se lavó, limpió el machete y lo dejó en la calle porque era nuevo y le daba pena tirarlo a la basura.
La brutalidad del crimen sorprende a los vecinos. La pareja había convivido durante 7 años, pero llevaban meses separados. Su relacion era buena, tanto que Ana Isabel seguía preocupada por la salud de su ex pareja. "Mi hermana le estuvo cuidando en el hospital día y noche cuando le dio un amago de ingarto", confiesa su hermana.

Carlos Ríos ha acudido a declarar por cuarta vez. Ante el juez instructor, afirmaba no recordar nada del crimen porque esa tarde había bebido mucho. La familia denuncia que la investigación esta dejando muchos cabos sueltos. "No han investigado nada de nada", solloza la madre. Aseguran que el asesino también se llevó las joyas y el teléfono de Ana Isabel. Le describen como una persona fría y calculadora que planificó meticulosamente el asesinato.