Economía doméstica
Los apuros de una familia numerosa para pagar las facturas: "De un pollo sacamos 4 comidas"
La familia de Fran y Esther ha tenido que dejar de poner la calefacción en los meses de invierno por las elevadas facturas a las que no podían hacer frente. Este matrimonio tiene 6 hijos y uno en camino. Así es su día a día en plena inflación de precios.
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Fran y Esther tienen 6 hijos y uno más en camino. Para llegar a fin de mes estiran el sueldo todo lo que pueden con mucho tiento. De un pollo sacan 4 comidas: caldo, estofado o pollo guisado en su salsa. "Cocemos muchas veces el hueso del jamón", señala Esther.
En los últimos meses han dejado de salir a alternar fuera de casa. La subida de la factura de la luz les ha afectado mucho. Viven en un pueblo de sierra y para calentar la casa necesitan hacer un gran desembolso en calefacción. Tanto es así que muchos meses de invierno ni si quiera han puesto la calefacción para no tener que hacer frente a altas facturas. Durante los meses de diciembre y enero llegaron a pagar 1.000 euros de luz y en marzo y abril dejaron de poner la calefacción porque era inviable.
"En España la familia numerosa está muy desprotegida. Hemos vivido en Francia y allí la ayuda es mucho más cuantiosa"
Esta familia participa activamente en la parroquia de su pueblo y reconoce Fran que los hermanos de la comunidad les ayudan también económicamente.
Cree que en España la familia numerosa está muy desprotegida. Fran y Esther han vivido en Francia como familia en misión católica y allí la ayuda para este tipo de núcleos familiares es mucho más alta. En España reciben ayudas puntuales que apenas contribuyen a su economía.
"Esther se dedica al hogar, en casa tiene mucho trabajo y no se plantea trabajar fuera"
Fran es fisioterapeuta y Esther se dedica al hogar. Cuenta esta madre de familia que en casa tiene mucho trabajo y no se plantea trabajar fuera. "Me gusta estar en casa cuidando a los pequeños y haciendo la comida para los demás, si estuviese trabajando fuera sería imposible", ,cuenta.
Esta familia es beneficiaria del bono social. No se consideran pobres porque creen que Dios les protege debido a su fe. Ven a los hijos como un regalo de Dios y agradecen que la gente de alrededor les preste ayuda para salir adelante.
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