Revueltas Cataluña 2019
Ángel, policía jubilado a los 42 años tras los disturbios de Cataluña: "Siento una profunda desilusión por la amnistía"
Uno de los agentes jubilados por las heridas sufridas la noche de los disturbios que tuvieron lugar en 2019 en Barcelona cuenta cómo su vida cambió radicalmente tras las revueltas.
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Ángel Hernández era uno de los policías nacionales que salió a las calles en los disturbios de la noche del 18 de octubre de 2019 por las protestas originadas por la sentencia a los líderes independentistas catalanes. Aquella noche sufrió graves lesiones que le obligaron a jubilarse. A sus 48 años tiene una incapacidad permanente total. Actualmente vive en Lugo y no siente el brazo derecho.
Reconoce que su vida desde la noche del 18 de octubre de 2019 "no es ni parecida". "No es ni una sombra de lo que era antes de esa fecha", recuerda. Aquella noche en la plaza Urquinaona sufrió en en sus carnes los incidentes mas graves que se produjeron en Barcelona. El balance de aquella noche fue un total de casi 300 policías heridos de diversa consideración entre Policía nacional, Mossos y Guardia urbana.
Tres de esos policías resultaron incapacitados permanentemente para realizar sus funciones policiales hasta aquella noche.
En un primer momento la jubilación por incapacidad estaba cifrada en 800 euros al mes. Esa fue la cifra que le comunicaron en secretaría en el momento que firmó la jubilación porque se le jubilaba por enfermedad común. Sin embargo, al salir en los medios, y antes de tener que acudir al contencioso administrativo subsanaron ese problema. "No era lógico que teniendo las lesiones reconocidas en acto de servicio se me jubilara por enfermedad común", señala.
"La vida sin ser policía no la entiendo"
Ángel tiene una incapacidad permanente total. Uno de sus compañeros tiene una incapacidad absoluta. Se trata del policía de Vigo que recibió un adoquín en su casco lanzado desde una azotea y que estuvo 15 días en coma. En ese caso no puede desempeñar ningún trabajo pero Ángel si podría desempeñar alguno que no fuese relativo a la función policial. "La vida sin ser policía no la entiendo", reconoce.
Cuando se les notificó que se iba a incoar un expediente para pasarles a segunda actividad que es como una prejubilación, no se les facilitó la posibilidad de ocupar un puesto adaptado. En ese momento entendieron que lo que procedía era la jubilación al no reunir las capacidades psicofísicas oportunas parad desempeñar la función policial.
"La gente que promovió estos actos no va a sufrir consecuencias y nosotros las sufrimos todas"
Tras la entrada en vigor de la amnistía, Ángel siente una profunda desilusión. "Para nosotros no tiene mucho sentido que esta gente que promovió, que financió esos actos aquellos días, no vayan a sufrir ninguna consecuencia y nosotros estemos sufriendo todas las consecuencias", señalaba.
Por el momento hay medio centenar de agentes imputados por las actuaciones de aquellos días acusados de lesiones, torturas y tendrán que esperar al juicio oral. Cuenta Ángel que 5 compañeros de su equipo están siendo investigados a raíz de la sentencia del procés porque las denuncias que interponían eran por torturas y trato degradante por lo cual no se les va a poder aplicar la ley de amnistía.
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