El maletero del coche de Rosa del Valle, en el que supuestamente fue trasladado el cuerpo de Mari Luz hasta la ría de Huelva, contenía unos cartones con manchas que olían "como a jabón".
Así lo ha puesto de manifiesto, en la sesión vespertina del juicio por el asesinato de Mari Luz, un miembro de la Brigada de la Policía Científica de la Policía Nacional, que participó en la inspección de la vivienda de los hermanos Del Valle y del vehículo de Rosa un día después de la desaparición de la niña.
Sobre el coche, ha precisado que le llamó la atención que "estaba muy limpio, también el maletero", en el que había varios cartones manchados que olían "como a jabón, a algo perfumado". Ha indicado que en su interior apenas había algunos cabellos y huellas, y que no había las cosas que habitualmente suele haber en la mayoría de los vehículos.
Con respecto a la vivienda, ha precisado que no encontró "nada relevante" en la inspección y que le pareció "destartalada". Este inspector también se encargó de la toma de muestras del cuerpo de la menor durante la autopsia y de agua en la zona en la que apareció el cadáver el 7 de marzo de 2008, así como en distintos puntos del Estero del Rincón, donde presumiblemente Santiago del Valle arrojó el cuerpo, sitio al que ha indicado se llega con "facilidad".
También ha prestado declaración la agente de Policía que recepcionó la denuncia por la desaparición de Mari Luz, que interpusieron los abuelos paternos de la menor, y ha destacado que estos insistían en que la niña era "muy buena y obediente" y en que "no podía estar perdida" porque "de ningún modo se iría con nadie ni a casa de nadie". Además, ha precisado que estaban "como locos y desesperados" y que "no sabían qué pensar" sobre lo que le pasó a la niña.
Por su parte, uno de los agentes que acudió a casa de Santiago el mismo día de la desaparición ha destacado que los dos acusados y la mujer de Santiago, Isabel García, no pusieron impedimento alguno a que inspeccionaran la vivienda. También ha relatado que interceptaron al matrimonio sobre las 05:00 horas del día 14 de enero de 2008 cuando pretendían salir de Huelva y le contaron que se iban a Sevilla, tras lo que les registraron las maletas, en las que solo había enseres personales.
Un agente que detuvo al matrimonio en Granada el 15 de enero también ha prestado declaración y ha señalado que cuando los policías, que iban de paisano, se identificaron, Isabel García se puso "muy nerviosa" y "espontáneamente" dijo que nada tenían que ver con lo que le había pasado a la niña, mientras que Santiago "permaneció tranquilo en todo momento y no comentó nada".