El presidente Barack Obama telefoneó este viernes al primer ministro japonés, Naoto Kan, y le ofreció ayuda tras el devastador terremoto que ha sufrido el país asiático y que ha originado un tsunami que se ha extendido por el Pacífico, y que ha comenzado a llegar a la costa continental de EEUU.
Poco después de conocerse el alcance del terremoto, Obama y su esposa, Michelle, emitieron un comunicado en el que ofrecían las condolencias de EE.UU. y también la ayuda necesaria para que Japón supere la tragedia. Barack Obama tenía previsto ofrecer hoy una rueda de prensa a las 16.30 GMT para hablar de economía, pero fue retrasada una hora a la vista de los acontecimientos en el Pacífico.
En torno a las 16.00 GMT, las primeras olas del tsunami comenzaron a tocar la costa de los estados de California y Oregon, aunque de una manera muy debilitada, como había ocurrido unas horas antes con el archipiélago de Hawai. Estados Unidos ha emitido una alerta de viaje en la que recomienda a sus ciudadanos que no viajen a Japón, a no ser que sea esencial. La oficial de Asuntos Consulares del Departamento de Estado, Janice L. Jacobs, informó de que están en contacto constante con el Gobierno de EE.UU. pero que, de momento, no hay información sobre estadounidenses fallecidos.
Jacobs indicó que las oficinas consulares de EE.UU. en Tokio se han trasladado a otro edificio por "precaución" pero que el consulado está "en pleno funcionamiento". Además, afirmó en Japón hay miles de estadounidenses, sin dar una cifra más precisa.
Ante los daños que han sufrido las infraestructuras y la falta de internet, el Departamento de Estado recomienda a los ciudadanos contactar con la embajada o sus familiares a través de mensajes SMS, o a través de las redes sociales Facebook y Twitter. El gigante informático Google ha puesto en marcha hoy una aplicación que ayuda a localizar a personas en Japón, denominada 'person finder' (buscador de personas).
Comparecencia del presidente estadounidense
"Lo que ha ocurrido en Japón nos recuerda cómo es de frágil la vida", afirma. Califica el terremoto en Japón como "un desastre catastrófico" y pide a los estadounidenses obedecer las órdenes de las autoridades en el caso de que sea necesario una evacuación.