El presidente Pedro Sánchez ha destacado la preparación, ejemplaridad y experiencia del Gobierno que ha formado "para los próximos meses", con diecisiete ministros -once mujeres y seis hombres-, comprometido con la igualdad, decididamente europeísta y con el reto de cohesionar social y territorialmente el país.
El nuevo Gobierno nace, según Sánchez, con el objetivo de "servir a la modernización de España, impulsar su crecimiento, hacerlo de manera sostenible, reconstruir la cohesión social y territorial dañada durante estos años y regenerar la vida pública" en España.
El Gobierno de Sánchez tiene guiños a todas partes: al partido, cubriendo la cuota socialista con caras de anteriores gobiernos del PSOE; a las comunidades, al ser la ministra de Administraciones Públicas catalana y la ministra de Educación y portavoz del Gobierno del País Vasco.
Hay una de cal y otra de arena para Susana Díaz: a una de sus consejeras, Sánchez la designa ministra de Hacienda, y a quien se enfrentó a ella en las primarias andaluzas, a Luis Planas, nuevo minsitro de Agricultura.
Otros gestos han sido la designación Josep Borrell, una destacada figura en contra de la independencia de Cataluña, así como el número de mujeres, mayoría en su equipo, en pleno apogeo del movimiento feminista.
También hay un guiño a Europa con la ministra de economía, que fue directora general de presupuestos de la Comisión. El nuevo Ejecutivo es "decididamente europeísta" porque Europa es "nuestra nueva patria" y el espacio en el que España se debe "fortalecer" y dar respuesta a los desafíos, ha defendido Sánchez.
Ha apuntado que, además de ser intergeneracional, la trayectoria de sus miembros "combina la gestión privada con la publica".
