Capítulo 63
Suna acude desesperada a la vidente Frikiye y recibe una advertencia que la deja aún más inquieta
Cada vez más angustiada por la situación en la mansión Korhan, ha visitado a la vidente buscando respuestas. La joven ha llegado desesperada, convencida de que lo está perdiendo todo.

Publicidad
Nada más sentarse, Suna ha confesado que Seyran ha vuelto a la mansión y que Hattuc también se instalará pronto. Ha reconocido que soñaba con ser la señora de la casa y que, con Seyran, aún veía una oportunidad… pero enfrentarse a su tía le parece imposible.
Frikiye le ha recordado lo que ya le advirtió: que debía sufrir más y que no podía seguir haciendo sufrir a los demás. Pero Suna ha confesado que no se siente cómoda en ninguna casa, que no tiene pasión por nada y que su mente y su corazón la llevan en direcciones opuestas.
La vidente ha intentado calmarla explicándole que la vida no regala nada y que todo tiene un precio. Suna, temblando, ha respondido que no sabía ni contra quién pelear. Ha confesado que esperaba que Ferit y Seyran se separaran solos, creyendo que ese era su destino. Pero ahora que han vuelto a estar juntos, se siente derrotada: “Se aman. No se van a separar. Yo he terminado con mi matrimonio roto y sin casa”.
Entonces Frikiye le ha dado la advertencia más inquietante: “Impide ese matrimonio. El tuyo, el de tu hermana y el de tu tía están unidos como una madeja. Si Halis y Hattuc se casan, todo se enredará y nada estará bajo control”.
Suna, asustada, ha dicho que no puede detener nada. Pero la vidente ha insistido: el destino se está moviendo y ella está atrapada en medio.
Publicidad










