Nos visita en plató
Wynna, que empezó a delinquir con 14 años, se ha pasado al lado bueno y está opositando para ser jueza
Esta joven comenzó a robar tiendas y maltratar a su madre cuando era pequeña y entró en un centro de menores. Pasó años de su vida así, hasta que un día, un juez le perdonó la entrada a prisión, lo que supuso un punto de inflexión para ella. Se graduó en Derecho y ahora oposita para ser jueza.
Publicidad
Wynna no ha tenido una vida fácil. Desde pequeña vivió el miedo desde cerca debido al maltrato que su padre ejercía sobre su madre y sobe ella misma.
A los 14 años entró en una espiral peligrosa: dejó los estudios y comenzó a delinquir, robando en tiendas y maltratando a su madre. Los siguientes años los pasó en un centro de menores, y ahí conoció a la jueza Reyes Martell.
En ese momento la odiaba, porque fue ella quien la mandó al centro, pero ahora quiere ser como ella. Cuando Wynna salió de allí, a los 18 años, ya era madre pero, aún así, siguió delinquiendo.
Seis años más tarde, cuando un juez le perdonó la entrada en prisión, algo en ella hizo clic, y decidió que quería estar en el lado bueno. De esta manera, se graduó en derecho, comenzó a dar clases en un centro de menores y ahora oposita para ser jueza.
Esta joven nos ha visitado en 'Y ahora Sonsoles', y nos ha explicado que fue a los 14 años cuando empezó a delinquir. Ella vivía en Las Palmas pero se mudó a Madrid cuando su madre se divorció, y fue allí donde empezó a hacer "pinitos", como meterse en garajes y vaciar extintores. "Para mí era diversión, era escapar de todo", ha dicho.
"Ahí me creé una mala personalidad, iba de la líder"
Pero fue después de un mal amor que comenzó a delinquir más seriamente. Ella cree que fue el rechazo y el no sentirse valorada lo que le llevó a robar y colarse en casas para dormir. "Robaba en casas con fuerza, o en centros comerciales", ha confesado, unos robos que en algunas ocasiones alcanzaban al día los 4.000 euros.
No solo fuera de casa robaba Wynna, sino también a su madre y a su abuela. En el caso de esta última la pillaron cuando ya llevaba una gran cantidad sacada del banco y vieron que tenía que ser alguien. "Yo era la que tenía acceso", ha dicho.
Fue su madre quien la denunció porque no iba a casa, solo le mandaba mensajes diciéndole que estaba bien y se quedaba en la calle con amigas. A raíz de esa denuncia tuvo un juicio por el que la ingresaron en un centro de menores. Su madre, sin embargo, no sabía que robaba, solo denunció su desaparición.
Ya en el centro, su comportamiento era peor y, aunque la pena era solo de un año con la posibilidad de salir si se portaba bien, estuvo dos allí dentro. "Ahí me creé una mala personalidad, iba de la líder", ha asegurado.
Wynna fue madre a los 19 años, pero seguía delinquiendo aunque tenía una suspensión de condena. Volvió a cometer un delito, que fue robar un vestido, y la pillaron. El juez, sin embargo, a pesar de que tenía que haber entrado en la cárcel, se lo dejó pasar.
Más Noticias
Esto fue lo que le hizo pensar que ella era madre y no podía seguir así. Entonces decidió estudiar derecho y ahora está opositando para ser jueza.
Publicidad