Raphael junto a Concha Velasco hasta fallecer: "Acompañando el cabecero de mi madre hasta sus últimos días"

Raphael ha visitado el plató de Y ahora Sonsoles para hablar sobre su actual gira y su último disco. ¡Aunque no ha sido de lo único que ha hablado con Sonsoles Ónega!

Ha habido tiempo para charlar sobre el amor, la familia, su carrera, conectar con David Bisbal y recordar a la gran Concha Velasco.

Hemos hecho un gran repaso por su larga carrera artística, donde hemos recordado momentos que ha vivido con la gran Shaila Dúrcal, Celia Cruz, Lina Morga, etc. ¡Incluso con Rocío Jurado!

Hace tan solo unas horas salía a la luz que el artista se sumaba junto a otros grandes de la música como Stevie Wonder estar en contra de la inteligencia artificial.

Mantenía una gran amistad con la inimitable Concha Velasco y en el plató, además, estaba Manuel Velasco, su hijo a quién ha dejado claro que: "He sido eterno admirador de tu madre".

Raphael: un ídolo de masas generación tras generación

Es en la década de los 60 cuando la fama de Raphael se expande alrededor de todo el mundo. A los 25 años, su cara protagoniza portadas, ocupa vallas publicitarias y factura millones de pesetas de la época.

Raphael se convierte en un auténtico fenómeno social. Su prodigiosa voz traspasa nuestras fronteras y apenas pasa tiempo en España. En pleno éxito internacional, el artista llega a interpretar la melodía judía más popular del mundo e incluso se atreve con el japonés.

A pesar de todo ello, hay un país en el que Raphael es todo un referente. En la década de los 70, cuarenta millones de rusos descubren a este cantante español y causa auténtico furor. Raphael consigue mantener su multitud de fans en Rusia a lo largo de los años.

El fenómeno se consagra en 1982 en su primer Festival Viña del Mar. Desde entonces ha actuado en cinco ocasiones llevándose más de 20 galardones. Pero sin duda, es en España donde el artista desata auténtica locura.

Por su capacidad de reinventarse, sus éxitos musicales y su legión de fans, el fenómeno de nuestro cantante más popular tiene nombre propio: Raphaelismo.