Isabel Jiménez vivió junto a María Jiménez sus últimos momentos: "Me pude despedir de ella, la veía cómo se iba"

Solo han pasado 11 días desde que María Jiménez falleció y de que Sevilla y Triana, su barrio, se rindieran a los pies de la artista que ya se ha convertido en un icono.

Su hermana, Isabel Jiménez, que nos visita hoy en 'Y ahora Sonsoles', no se despegaba de ella en ninguno de sus pasos por su barrio y en un funeral lleno de risas y cantos, pero también lágrimas y dolor como las suyas y las del hijo de la artista.

Isabel ha confesado sentir mucha pena al ver las últimas imágenes de su hermana cantando en Utrera cuando ella ya estaba en silla de ruedas. "Ella ya no podía", ha dicho.

La artista fue consciente de todo siempre, pero mantuvo la alegría en todo momento y nunca reconoció que estaba mal.

María Jiménez no quería estar en el hospital ingresada. En su último ingreso, que fue un martes para hacerse unas pruebas, decía que se iba a casa. Sin embargo, al día siguiente falleció.

Isabel pudo despedirse de ella porque no se separó hasta que se fue. "Tuve mucho tiempo porque yo la veía que se iba", ha dicho. Además, ha confesado que creía que su hermana ya no la veía.

Alejandro, el hijo de la artista, llegó al hospital desde Toledo. Ella se mantuvo despierta hasta que vio su hijo, y es que 10 minutos después de que fuese a verla, falleció.