Las tres hipótesis que manejan los investigadores por el asesinato de Borja Villacís a tiros en Madrid

Kevin y su madre se han acogido a su derecho a no declarar y, en prisión provisional por el asesinato de Borja Villacís, callan mientras la investigación continúa.

La policía se centra ahora en una pista determinante: los teléfonos móviles de los implicados. Uno de ellos apareció en el descampado donde los detenidos cambiaron la matrícula del coche implicado en el asesinato para posteriormente huir.

Los otros móviles que están analizando son los que incautaron a los detenidos. El volcado desvelará cómo se gestó la reunión que terminó con la vida del hermano de Begoña Villacís.

Paralelamente, los investigadores indagan en los círculos en los que se movía la víctima, como los grupos ultras de fútbol a los que Luis, el acompañante de Borja el día del asesinato, también pertenecía.

Él sí declaró ante los agentes y esto les llevó hasta la primera hipótesis del coche quemado: Luis había denunciado a Kevin, presunto autor de los disparos, por quemarle el coche y quería que Luis retirara la denuncia.

Ese era el motivo de la cita en la que Borja iba a actúa de moderador. Las otras dos hipótesis sobre la mesa son el ajuste de cuenta por drogas o una disputa por dinero.

El móvil del crimen es aún una incógnita y los investigadores no descartan la implicación de más implicados. A estas horas, buscan a otro cómplice, la persona que les habría ayudado a esconderse de la policía.