Presunta negligencia médica

En estado vegetativo por un ictus no detectado a tiempo: "No se activó el protocolo hasta que empezó a convulsionar"

Alejandro empezó a sentir los síntomas del accidente cardiovascular cuando se encontraba en el trabajo y, cuando llegó a urgencias, le hicieron una prueba de drogas que dio negativo y posteriormente le trataron con un calmante pues aseguraban que tenía un ataque de ansiedad. Cuando comenzó a convulsionar, le hicieron una prueba que llegó demasiado tarde.

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Alejandro estaba en su puesto de trabajo cuando comenzó a sentirse mal. Se le quedó un lado del cuerpo paralizado y no podía ni andar, ni vocalizar. Sin embargo, después de mucho esfuerzo logró pedir ayuda a su hermana.

Su cuñado le recogió de su trabajo y, al ver sus síntomas, lo llevó de urgencia al hospital. A duras penas pudo explicarle lo que le ocurría a los médicos que lo atendían, que solo le preguntaron si había tomado drogas.

La familia negó antecedentes de consumo de tóxicos, por lo que lo sentaron solo en una sala de observación, desde la que Alejandro le contaba a su familia lo que le ocurría.

Tres horas después empezó a convulsionar, por lo que se solicitó un TAC craneal que se demoró por la negativa del radiólogo de guardia a realizarlo. Esta prueba, denuncia su familia, hubiera detectado a tiempo el trombo cerebral que sufría.

Tras hacerle la prueba media hora después, le mandaron al hospital de Cádiz donde se sometió a una operación a vida o muerte. Después de 7 horas de sufrir e trombo, los médicos le dieron muy pocas esperanzas de vida y finalmente quedó en estado vegetativo.

"Durante todo ese tiempo el cerebro de mi tío está sufriendo"

Noemi, sobrina del afectado

El Servicio Andaluz de Salud, con el que nos hemos puesto en contacto, ha declinado dar declaraciones.

En 'Y ahora Sonsoles' hemos hablado con la hermana de Alejandro, que estaba acompañada por el resto de los familiares, muy emocionados. "Decía que estaba muy cansado y que quería ir a casa a dormir", ha explicado su sobrina.

El cuñado de Alejandro le insistió para ir a urgencias por los síntomas que presentaba, y allí le hicieron una prueba de drogas. Al dar negativo, le pusieron un calmante porque los médicos aseguraron que tenía un ataque de ansiedad.

"No le hicieron ninguna prueba, nunca se activó el protocolo ictus hasta que empezó a convulsionar", ha asegurado. En el primer TAC no salió nada y en la segunda prueba se dieron cuenta de que tenía un coágulo de sangre, pero tarde porque el médico se negó a hacerla en un primer momento.

Además, fue trasladado a Cádiz en ambulancia porque no había helicóptero. "Durante todo ese tiempo el cerebro de mi tío está sufriendo", ha dicho su sobrina.

Ahora se mantiene ingresado en el hospital de Algeciras y la familia está preocupada porque no tienen la información de cómo va a evolucionar. "Tiene muchos órganos vitales muertos", ha asegurado.

La familia se siente abandonada.

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