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Beatriz y Elvira conviven con el agotamiento crónico: "Duermo 12 horas de media y me levanto agotada"
Antes de padecer esta enfermedad que las mantiene prácticamente todo el tiempo en la cama, eran dos mujeres aventureras con mucha energía. Sin embargo, 'la muerte en vida', como la llaman, ha limitado su vida tanto que han perdido su trabajo y han tenido que volver a casa de sus padres. Aún así, siguen adelante.
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Elvira y Beatriz viven constantemente cansadas, incapaces de hacer tareas tan habituales como regar, cocinar, fregar o simplemente mantenerse en pie. Ellas han optado por tomárselo con humor, pero es una enfermedad que padecen desde hace una década.
La llaman 'la muerte en vida' y provoca agotamiento crónico: dolor de piernas, pesadez en el cuerpo, taquicardia o mareos y, quienes la padecen, pasan la mayor parte del día postrados en la cama.
Elvira tiene 27 años y Beatriz, 44. La enfermedad las unió y, antes de ella, eran dos mujeres aventureras a las que les gustaba escalar, hacer senderismo, viajar por todo el mundo... Estaban llenas de energía y se han quedado a cero.
"He estado 6 meses en la cama"
Ellas incluso perdieron su trabajo y tuvieron que volver a casa de sus padres y luchar para que les concediesen la incapacidad total. Ahora no solo se apoyan entre ellas, sino que intentan que los afectados por esta enfermedad tan desconocida sonrían y tengan ganas de seguir adelante.
"No sé si estamos viviendo o hemos dejado de vivir", ha asegurado Beatriz, que ha confesado que su media de sueño es de 12 horas al día y aún así siguen cansadas. Elvira incluso se levanta más cansada de lo que se acostó y le duele todo el cuerpo como si hubiera hecho ejercicio toda la noche.
Elvira tenía signos cognitivos que le impedían memorizar y le afectó a su carrera, porque estudiaba ciencias y tuvo que cambiar a letras. A los 27 años tuvo una infección muy fuerte de la que no se recuperaba y tenía un cansancio con el que era imposible vivir, pero el diagnóstico llegó 15 años después.
Beatriz, por su parte, no notó una evolución de la enfermedad, sino que directamente fue severo. "De pronto no podía ni mantenerme de pie", ha dicho, e incluso no podía hablar.
El problema de la enfermedad, ha explicado Beatriz, es que, puesto que no le diagnostican bien o no las creen, hace esfuerzos que provocan que la enfermedad se agrave aún más. "He estado 6 meses en la cama", ha asegurado.
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