Negligencia
Lleva 12 años sufriendo las consecuencias de una prótesis de cadera defectuosa: "Estaba totalmente podrida"
Con el objetivo de mejorar su calidad de vida, este malagueño decidió someterse a una intervención que cambió su vida por completo, pero a peor. Pasó de ser deportista a no poder moverse. Ahora la Fiscalía ha pedido indemnizar con 7 millones de euros a 19 pacientes en esta situación. Se investiga, además, si hay más afectados.
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Antonio apenas puede moverse después de que, hace 15 años, decidiera pasar por el quirófano para ponerse una prótesis de cadera y mejorar así su calidad de vida. Tenía 40 años y, lejos de conseguir su objetivo, pasó de ser deportista a un hombre destinado a vivir con el dolor.
Él es una de la veintena de personas afectadas por las prótesis defectuosas que se implantaron en nuestro país y, ahora, la Fiscalía les apoya tras años de sufrimiento y batallas y ha pedido indemnizar con 7 millones de euros a 19 pacientes.
Las prótesis defectuosas que se emplearon provocaron a los afectados pseudotumores, parálisis de articulaciones e incluso necrosis. Antonio lleva dos décadas sufriendo las consecuencias de haber tomado la decisión de implantarse las caderas que han resultado defectuosas.
Son su mujer y tres hijos quienes le animan a seguir adelante. En Y ahora Sonsoles hemos hablado con él, que ha contado que en 2012 tenía un dolor incapacitante que le iban a quitar. "Me engañaron", ha dicho, pues le pusieron una prótesis que tendrían que haber retirado del mercado en 2010.
Cuando le pusieron la prótesis, él sabía que algo no iba bien porque le empezaron a salir bultos por el cuerpo. "Cuando me la quitaron estaba totalmente podrido", ha dicho, una toxicidad que se le extendió a órganos vitales por lo que tiene que hacerse analíticas cada 3 meses.
Sin embargo, con quitar la prótesis defectuosa no acabó el problema, a pesar de que se recuperó un poco. Los iones metálicos se incrustaron en el torrente sanguíneo, y afectaron gravemente al sistema autoinmune. "Lo ha vuelto en mi contra, lo tengo que tener deprimido porque sino me ataca", ha asegurado.
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Lo que hace ahora Antonio, ha dicho, es sobrevivir leyendo y paseando con las muletas, pero sufre dolores intensos en todo momento. "Es un sinvivir", ha afirmado emocionado al recordar por todo lo que está pasando desde hace 12 años.
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