Pueblo maldito

Trasmoz: el único pueblo de España maldito y excomulgado por 'culpa' de sus brujas

Las brujas hicieron de este municipio zaragozano un lugar excepcional, aunque en realidad eran curanderas. La cercanía de Trasmoz al Moncayo, una montaña del Sistema Ibérico lo convertía en el sitio ideal para hacer todo tipo de remedios.

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Las maldiciones no solo caen sobre personas o casas encantadas, también sobre pueblos. Es el caso Trasmoz, un pequeño municipio zaragozano y el único en España que está excomulgado (desde el siglo XVI) y maldito (desde el siglo XIII). Ese es justamente su principal su atractivo turístico. Gracias él, miles de personas lo visitan cada año.

¿Por qué está maldito?

La respuesta está en unas mujeres con escoba, gorro negro y puntiagudo, y acompañadas por un gato del mismo color. Trasmoz era un pueblo de brujas, aunque en realidad eran curanderas. Y es que la localidad está muy cerca del Moncayo, una montaña del Sistema Ibérico que cuenta con miles de plantas diferentes. Así que era el sitio ideal para hacer todo tipo de remedios, pero no eso lo que veían muchas personas.

Hoy en día, esta villa de menos de 100 habitantes, sigue teniendo brujas, un total de nueve. Lola es una de ellas, casualmente, la novena, y fue elegida como tal en 2008. De hecho, confiesa que ha aprendido a hacer brebajes.

Sin embargo, en la actualidad, la vida de estas hechiceras no tiene nada que ver con la que vivían en la Edad Media. En esa época, como castigo por "practicar la brujería", eran sometidas a todo tipo de torturas. Una de las más conocidas y crueles era ponerles un cinturón de castidad, que muy pocas soportaban. "La mayoría de ellas no llegaba a volver a ver al marido porque se morían de infección", explica Lola.

Tal era el interés que despertaba esta leyenda que el poeta Gustavo Adolfo Bécquer narró la última ejecución de una bruja. Y es que, según ha contado a Espejo Público la hermana de una hechicera, "ser bruja en Trasmoz no tiene ningún inconveniente. Es un premio que te da el pueblo".

¿Qué implica para el municipio ser excomulgado?

"Los domingos la misa se celebra normalmente", explica su alcalde, Jesús Andía. "La excomunión y la maldición es un tema que solamente lo puede levantar el Papa". Pero en Trasmoz no quieren que eso suceda. Se quedan con su maldición porque "nos da más beneficios que pérdidas". Y algo más: turismo y exclusividad.

Está claro, en Trasmoz no se ahorran nada macabro porque son un pueblo de brujas.

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