Los taxis de la droga unen el centro de Madrid con el mayor supermercado de la droga de España

El ir y venir de toxicómanos en busca de vehículos que les lleven hasta la Cañada Real es constante. Rosa lleva tres años organizando estos viajes. Nos asegura que, a diferencia de lo que muchos piensan, no se trata de un gran negocio. "El viaje de ida y vuelta a la Cañada suele costar unos cinco euros y todos o casi todos los que viajan consumen. La gasolina también la pagamos entre todos", dice.

El pasado mes de noviembre Rosa fue detenida junto a otras 22 personas en una redada policial contra las kundas. Se incahutaron 15 vehículos. Está pendiente de juicio. "Me acusan de banda criminal, de favorecimiento al consumo y de atentado contra la salud pública". Sin embargo, Rosa no cree que haya cometido ningún delito.

Acompañamos a Juan y Alberto, son habituales usuarios de las kundas. Cada día acuden a la Cañada para comprar su dosis de droga. El poco dinero que consiguen los destinan a la droga. A veces dejan de comer por hacer este viaje. "En el fondo lo odias el sitio ese porque te alivia por un lado y por el otro es una desgracia", aseguran. Son solo 10 kilómetros los que separan este infierno del centro de Madrid.