'Caso Asunta'

Los secretos que se esconden en la finca de Rosario Porto en la que habrían matado a la niña Asunta Basterra

Después de años intentándolo, los herederos de Rosario Porto han conseguido vender la casa de Teo (La Coruña) en la que se habría cometido el crimen de la pequeña Asunta. Una casa que fue clave para determinar la culpabilidad de los padres.

Rosario Porto

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El crimen de Asunta Basterra vuelve a estar de actualidad después del estreno de la serie que relata cómo se vivieron los hechos. Asunta, hija de Alfonso Basterra y Rosario Porto fue hallada muerta el 22 de septiembre de 2013 en Galicia. Los padres de la pequeña de 12 años fueron declarados culpables de su asesinato y ambos condenados a prisión. Los progenitores siempre mantuvieron su inocencia y Rosario Porto terminó quitándose la vida en prisión. La madre de Asunta se suicidó en la cárcel de Brieva, dos meses después de que le denegaran un permiso.

Rosario había cumplido 7 de los 18 años de pena impuestos por asesinar a su hija de 12 años junto a su marido.

Un crimen que según recoge el sumario del caso fue perpetrado en la finca que heredó Rosario Porto de sus padres ubicada en el término de Teo. Fue en ese lugar donde se encontraron las mismas cuerdas que se hallaron junto al cadáver de la pequeña, así como pañuelos que contenían restos biológicos de la menor. En un primer momento Rosario Porto les dijo a los agentes que la tarde en la que desapareció Asunta ella acudió a la casa sola, sin compañía de la niña a la que dejó estudiando. Sin embargo, una grabación demostró que ambas viajaban juntas en el vehículo dirección Teo. Después de que estas imágenes salieran a la luz la madre dijo que había olvidado que la niña sí fue con ella a la finca a elegir unos bañadores. Una contradicción que inmediatamente la puso en el punto de mira de los investigadores.

La herencia de Rosario Porto

Después de haber sido detenida por la muerte de su hija Rosario Porto se quedó muy sola. Su círculo cercano le dio la espalda y tan solo sus abogados, una prima lejana y una amiga íntima mantuvieron la relación con ella.

En su testamento fueron precisamente sus letrados, su prima y una amiga a quienes legó la casa de Teo en la que se habría producido el crimen de la niña.

Se trata de una finca de más de 400 metros cuadrados, 5 baños y parcela propia que los herederos llevan años intentando vender sin éxito. Ha sido finalmente la amiga de Rosario, que se quedó con el inmueble, quien ha conseguido vender la casa. En un primer momento el precio superaba el millón de euros pero, según publica El Correo Gallego, se ha vendido por unos 150.000 euros.

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