Alfonso Basterra, padre de Asunta, desde la cárcel: "Cuando se conozca mi fallecimiento, que descorchen una botella de cava"

El caso de Asunta abre un nuevo capítulo. Once años después de haber sido condenado por el asesinado de su propia hija, Alfonso Basterra sigue defendiendo su inocencia. Lo ha comunicado desde la cárcel, y también ha expresado cuáles son sus deseos cuando recupere la libertad: "Tengo el firme propósito de desaparecer. Nadie volverá a saber de mí. Solo tengo una razón para seguir con vida, que no es otra que volver a ser un hombre libre y reunirme con mi niña".

Basterra asegura que "ya tengo pensado el cómo y el dónde, tan solo me falta el cuándo, pero todo llega. Pido que cuando se conozca mi fallecimiento descorchen una botella de cava y brinden". Para él, "el perdón es mi camino. La rabia y la ira llevan destrozándome y devorándome años".

En Más Espejo hemos hablado con el abogado de la otra condenada por el crimen, su madre, Rosario Porto. De ella no podremos volver a saber noticias porque se suicidó en prisión en 2020. Pero, ¿nos aclarará algo más su letrado, José Luis Aranguren, de este terrible asesinatoque conmocionó al país?

¿Por qué ocurrió? ¿Cuál fue el móvil del crimen?

"Yo también estoy esperando esa motivación", detalla. "Llegó a decirse algo absolutamente incongruente y fuera de lugar, que es, no hace falta tener un móvil para cometer un crimen. Es la manera de justificar que haya una condena sin pruebas", expone Aranguren.

Sobre esta cuestión discrepa su colega de profesión, Beatriz de Vicente. "Muchas veces no hacen falta pruebas, y más en este tipo de delitos, para condenar. Y hubo indicios que eran muy difíciles de salvar. Muchas veces se condena sin motivos, pero sí con indicios".

El que fue abogado de Porto contrarresta este argumento. Y es que, asegura "el indicio tiene que estar tan probado como la conclusión a la que se tiene que llegar. En este caso fue todo especulaciones: desde los cambios horarios, desde si las cuerdas eran diferentes, desde si había luz en la pista o dejaba de haberla".

Otra de las pruebas que se tenía en contra de los padres era una conversación que tuvieron en los calabozos:

- Rosario: "¿No te dio tiempo a eso, verdad?"

- Alfonso: "¿Eh?"

- Rosario: "¿No te dio tiempo?"

- Alfonso: "No"

Pero esta tampoco fue válida para Aranguren: "Esa prueba se anuló porque era una prueba ilegalmente obtenida. Esta conversación denota que hay una persona que fríamente está dando instrucciones para que no se hable". Así, sigue manteniendo "fehacientemente" la inocencia de la progenitora de la pequeña Asunta, "por mi conocimiento personal y directo de mucho tiempo y muchas horas de Rosario".

Hoy en día, más de una década después, el lugar en el que apareció el cuerpo de la niña sigue estando repleto de flores y recuerdos. ¿Se llegará a saber la verdad en algún momento? ¿Qué le pasó realmente a Asunta Basterra?

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