Copiar con ChatGPT
"La Revolución Francesa fue una movida, se lio parda y cambió la Historia": así copian los estudiantes con ChatGPT
Los docentes buscan fórmulas para combatir la copia a través de Inteligencia Artificial. Estas aplicaciones cuentan con un lenguaje cada vez "más humano" que se adapta a cada estudiante para intentar engañar al profesor.
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Tire la primera piedra si jamás usó una chuleta ni miró de reojo el examen del compañero de pupitre. O si no “fusiló” (adornado con su retórica estudiantil) un texto íntegro de la Larousse en aquellos trabajos de Historia, Filosofía, Literatura… o cualquier asignatura que se prestara a la parrafada. Copiar, se ha copiado siempre, pero “ahora se copia más con la irrupción de las nuevas tecnologías”. Nos lo cuenta Antonio (Toni) García, una voz más que autorizada. No en vano es uno de los 50 mejores profesores del mundo de este año si nos atenemos al certamen “Global Teacher Prize”.
Vuelta al examen oral: “hay que pedirle al alumno lo que ChatGPT no puede hacer”
Toni imparte clase a alumnos de Primaria en un colegio de San Javier. Y también es profesor universitario para alumnos de posgrado. Con los primeros aún no tiene el problema del plagio en los trabajos de clase. Con los otros es otro cantar. Igual que con los estudiantes de Bachillerato. Hacemos la prueba. Le pedimos a “ChatGPT” que nos haga un trabajo sobre la Revolución Francesa con el lenguaje de un estudiante de 16 años. En unos segundos la pantalla se llena de texto con expresiones como “menuda movida en París” o “se lio parda y cambió la Historia”. Según Toni, estas aplicaciones hacen que los profesores tengan que trabajar más buscando un nuevo modelo de evaluación: “En un trabajo escrito te la pueden colar, pero tienes que obligar al alumno a hacer lo que ChatGPT no puede hacer, como una presentación oral”.
Nadie habla de copiar. Los estudiantes que usan Chat GPT “se inspiran”
Recorremos los alrededores del campus universitario de Alicante y charlamos con los alumnos sobre esta aplicación. Todos reconocen usarla, aunque nunca escucharán la expresión “copiar”. Se habla de “ayuda” o “inspiración”. Algún alumno admite usar esa inspiración en más del 50% de cada trabajo. Casi todos reconocen que a algún compañero le han retirado sus ejercicios a la hora de evaluarles.
Los profesores cuentan con programas que determinan el porcentaje de plagio en los trabajos
En las Facultades cuentan con sistemas de rastreo donde cotejan los textos de sus alumnos con los de la base de datos de determinados programas “anti plagio”. Volvemos con Toni en su faceta de profesor universitario: “la inteligencia artificial crea textos cada vez más humanos, incluso puedes hacer un trabajo pidiéndoselo a ChatGPT y luego ir a otra aplicación para que te lo refrasee”. Estos programas arrojan un porcentaje de plagio. Entre el 10 y el 20% es un nivel de copia “razonable”, pues se entiende que se han parafraseado citas o leyes por ejemplo. Lo llamativo es cuando alcanza el 80%, como alguna de las tesis de fin de máster que nos muestra. “Antes captabas cosas de aquí, cogías un poco de allí… y luego lo elaborabas tú. Ahora tienes el pack completo”. A un click.
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