París 2024
Sin resultados no hay becas: los olímpicos se juegan la gloria y el sueldo
Las Becas ADO son la fuente de ingresos de los deportistas olímpicos. Dos deportistas nos cuentan cómo fluctúan sus ingresos en función de los resultados.
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“Estamos todos los días del año entrenando para un solo día. Y si ese día no obtenemos ese resultado, nos quedamos sin beca económica”. Así de duro. Porque la gloria olímpica así, sin más, no da de comer. El 26 de julio está a la vuelta de la esquina, y nuestros deportistas olímpicos apuran los entrenamientos. Algunos incluso se juegan en estos días las últimas plazas que irán a los JJ.OO de París.
"Los futbolistas tienen la vida solucionada. Nosotros no"
Ariane Toro lo lleva en la sangre. Sí, es una frase hecha, pero en este caso absolutamente fundada porque su padre José y su madre Yolanda fueron judocas olímpicos en Atlanta. Tras cuatro horas diarias de entrenamiento en el tatami (súmenle a esta labor el visionado de vídeos y los constantes viajes a competiciones nacionales e internacionales), toca dar un repaso a los apuntes de Derecho: “no se puede vivir solo del Judo. Aunque la verdad es que estoy pensando en dejar el Derecho y opositar para bombera”. Ariane tiene claro que su vida en la alta competición acabará a los 30. Mientras tanto, toca ir torneo a torneo para no bajar puestos y mantener la beca ADO. “Ahora mismo gano unos 2.500 al mes, pero si los resultados desaparecen desaparece la beca. El judo es un deporte minoritario. Los futbolistas tienen la vida solucionada y nosotros no”.
"Me pagaron 3 millones de pesetas por el bronce de Atlanta. Y ya."
Al otro lado del pasillo escuchamos un reproche sobre esta afirmación: “Una cosa tengo que decirte: el judo no es un deporte minoritario. Es un deporte con poca repercusión mediática”. Yolanda Soler, la madre de Ariane sabe lo que es el deporte de élite y la lucha por las becas. Consiguió el Bronce en Atlanta 96: “cobré por la medalla 3 millones de las antiguas pesetas… y ya. Después me bajaron la beca ADO porque subieron los baremos y ya ser bronce olímpico valía menos”. Yolanda entrena a Ariane, y hoy está en Abu Dabi jugándose con su hija una plaza en París.
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Licenciada en Comunicación, Máster a distancia... Raquel se prepara para entrar en el mercado laboral "convencional" a los 40
Raquel González fue la mejor deportista española en 2022. Consiguió la Plata en el Europeo de Múnich y fue olímpica en Río y Tokio. También lucha en estos días por una plaza a París. Su deporte es la Marcha atlética y a sus 34 años sigue siendo becaria: “nuestra principal fuente de ingresos son los resultados y en base a esos resultados, conseguimos unas becas”. Mucho esfuerzo para un instante del que depende todo, y también su economía. Por eso se ha formado en Comunicación, Gestión deportiva y ahora está liada con un MBA en Dirección de Empresas (a distancia, por supuesto). Después de una vida entregada al deporte, a los 40 tendrá que integrarse en la vida laboral más convencional: “al igual que hay que tener las piernas entrenadas, esto -se señala la sien- también tiene que estar muy en forma”. Mucha fuerza, sin duda. En las piernas, y en la cabeza.
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