Economía
¿Por qué la crisis de los microchips puede afectar a tu día a día más de lo que piensas?
La falta de producción de microchips está llevando a muchas empresas a tener problemas con su producción. Comprar un teléfono móvil, un coche o una simple tostadora eléctrica ya es un problema por la escasez de stock.
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Vivimos una crisis inédita de producción derivada de la pandemia de coronavirus y cuya causa directa es la falta de producción de microchips. Empezamos por el principio ¿Qué es un microchip? Se trata de un componente que tiene un circuito de material semiconductor con la función de almacenar información y procesamiento. Los microchips se encuentran en todos los dispositivos electrónicos, tal y como nos explica Javier Sanz fundador de la empresa Adsl Zone.
Los microchips se encuentran en los coches, teléfonos móviles, videoconsolas, patinetes y en todo tipo de electrodomésticos como microondas o tostadoras. Su tamaño es inferior al de un grano de arroz. Las compañías intentan que cada vez sean más pequeños.
Hay dos problemas fundamentales por lo que la producción de microchips se haya visto ralentizada. Por un lado montar una fábrica que realice microchips es muy costoso y tiene particularidades técnicas como el hecho de que tenga que estar mil veces más limpia que un quirófano. Además, estas fábricas se quedan obsoletas en un periodo aproximado de 4 años.
La segunda razón que ha motivado esta crisis es que durante la pandemia de coronavirus se paró su producción y ahora países como EEUU y China tienen una gran demanda por lo que son ellos los que hacen el acopio de los microchips al tener en esos países las fábricas.
La crisis de los microchips está provocando problemas de abastecimiento. Se fabrican menos vehículos, se paran factorías y algunas marcas de móviles ya tienen vendida la producción de 2022 porque saben que no van a poder fabricar mucho más. Esta situación puede conllevar a parones de larga duración porque la ausencia de componentes necesarios.
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