La jueza acusa a Oriol Pujol de cobrar por deslocalizar empresas en Cataluña

La venta de la planta de Sharp en Sant Cugat del Vallés, la reconversción industrial de las fábricas de Yamaha en Montornés y Sony en Viladecavalls y la recalificación de terrenos en las proximidades de Seat, en Martorell. Por mediar, presuntamente, en todas estas operaciones Oriol Pujol pudo amasar en comisiones cerca de medio millón de euros y lo habría hecho a través de su mujer, Anna Vidal, que actuaría de testaferro. Una jueza de Barcelona ha citado a la pareja a declarar como imputados el próximo lunes así como al empresario amigo de la familia. Sergi Alsina es el presunto cabecilla de la trama, el hombre mediador en todo el proceso que tuvo lugar, por cierto, ya en plena crisis entre los años 2008 y 2011.

En su auto de imputación, la jueza considera probado que Oriol Pujol Ferrusola intervino de forma decisiva en las negociaciones mediante llamadas telefónicas y entrevistas. Y lo hizo gracias a los cargos políticos de revelevancia que ostentaba, entre ellos diputado del Parlament de Catalunya y secretario general de Converegencia democrática. Puestos que tuvo que abandonar el pasado año forzado ya no por este caso, sino por otra pieza separada, la del caso de las ITV catalanas.

La magistrada cita ejemplos concretos de estas mediaciones. Dice que Oriol Pujol facilitó el acceso del empresario Alsina a altos cargos del departamento de Industria de la Generalitat, al director de la Agencia Tributaria catalana e incluso al propio president, Artur Mas. De hecho, en el sumario consta una conversación telefónica entre Oriol Pujol y Sergi Alsina, en el que este le pide que ponga en conocimiento del President Mas cierta operación y le haga saber su participación en ella.