El empresario asesinado en Ciudad Real que fue arrojado a un pozo había quedado con el presunto asesino para cobrar una deuda

Después de encontrar el cuerpo del empresario Juan Miguel Isla los investigadores comenzaron a sospechar que el de Jesús María González, al que se buscaba desde junio de 2019, no podía estar muy lejos. Tras días de búsqueda, el dispositivo desplegado en el terreno ha dado con sus huesos en el pozo de una finca agraria de Manzanares (Ciudad Real). Se trata de un área cercana al lugar donde fue localizado el cuerpo sin vida del otro empresario.

Los restos óseos han sido hallados en un pozo muy estrecho. Los investigadores han localizado los restos en un pozo de unos 40 centímetros de diámetro y 80 de profundidad. Dar con los huesos del desaparecido ha conllevado tareas arduas y complicadas. Los restos están en el anatómico forense y todo apunta a que pertenecen a Jesús María González.

Un amplio dispositivo se ha desplegado en el terreno para llevar a cabo la búsqueda. Sobre las 10,30 horas han llegado al lugar los dos sospechosos de su asesinato, que han sido trasladados en un furgón policial.

El crimen se produjo cuando el presunto asesino se reunió con la víctima para pagarle una deuda

El principal sospechoso del crimen es Antonio Cava, un intermediario que mantenía negocios con los desaparecidos. Ambos quedaron con él para saldar una deuda económica pero nunca llegaron a cobrar. A uno de ellos le debía a ingresar 50.000 euros. Gaspar un vecino de Manzanares de 78 años, fue quien relacionó al detenido con las muertes. Siendo él también considerado como sospechoso para los investigadores.

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