La doctrina Parot deja en la calle al "señorito", autor de tres asesinatos

Probablemente no sea el asesino que haya suscitado más atención mediática, seguramente su nombre no diga mucho. Sin embargo el perfil psicológico de Joaquín Villalón Díez es, según palabras de un miembro de la judicatura que sí lo conoce bien, el que más pavor y escalofríos le produce. La anulación de la doctrina Parot ha puesto en la calle 20 años antes de lo previsto a este hombre, apodado "el señorito" por la impecable indumentaria con la que sembró el terror entre el colectivo transexual de Madrid.

Era otoño de 1992. En dos meses mató a dos transexuales. A Carmen la encadenó, la cubrió con papeles y la quemó. Murió 4 meses después por la gravedad de las quemaduras. A Joana la golpeó casi hasta la muerte y la ahogó en la bañera. "El señorito" cometió estos crímenes aprovechando un permiso carcelario. Llevaba 10 años en prisión por asesinar en 1981 a su amante, Paquita García, que estaba embarazada y a la que descuartizó con un serrucho y abandonó en el monte.

Sobre este suceso Villalón, en unas declaraciones grabadas desde la cárcel de Segovia para ser emitidas ante un grupo de especialistas en un Seminario Internacional sobre Psicópatas y Asesinos en Serie en 1999, llegó a afirmar que descuartizó a su mujer porque "habían pasado tres días y no sabía qué hacer con el cuerpo". Por este asesinato fue condenado a 17 años de cárcel.

Cuando habían pasado 10 aprovechó un permiso para acabar con la vida de las dos transexuales. "El señorito" fue condenado en febrero de 1995 a 59 años y 4 meses de prisión de los que ha cumplido 21. Ayer salió de la prisión de Segovia en virtud de una decisión de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Madrid.