Continúan las labores de extinción

La desesperación de los vecinos por el incendio en Las Hurdes: "El fuego ha llegado hasta la misma puerta de mi casa"

El incendio continúa avanzando en Las Hurdes. El viento y las altísimas temperaturas que está dejando la ola de calor están dificultando las labores de extinción. Así viven los vecinos evacuados estos días de angustia e incertidumbre.

Publicidad

El viento y el calor son los principales enemigo a la hora de sofocar el fuego en Las Hurdes. Debido a los vientos el incendio ha vuelto a la zona de Extremadura. La Guardia Civil habilita puntos de acceso seguros a las localidades de Ladrillar y Cabezo para que algunos vecinos puedan comprobar cuál es el estado de sus casas y coger enseres o medicinas.

Los vecinos desalojados se están quedando en un albergue en Ciudad Rodrigo (Salamanca). Muchos de ellos pertenecen a Monsagro. Todos ellos viven horas inciertas en las que no saben cuándo van a volver a sus casas. Uno de estos vecinos no puede evitar emocionarse al contar ante las cámaras de Espejo Público que acababa de reformar con su mujer la que fue la casa de sus suegros y no sabe si la recuperarán. Según las autoridades en este momento el mayor peligro es el humo concentrado en la zona.

Un vecino no puede evitar emcionarse al recordar que acababa de reformar la casa de sus suegros y no sabe si la volverá a ver

Marcos Iglesias, alcalde de Ciudad Rodrigo, señala que por el momento están acogiendo a un total de 39 vecinos desalojados. Pilar salió de su pueblo con lo puesto y dice "sin protestar". Se sienta muy agradecida al trato que han tenido en Ciudad Rodrigo. Lo que más pena le da es ver que todo está quemado. Cuenta que muchos de los pinos que se están calcinando los plantó ella misma.

Simón quiere llegar a Cabezo, fue desalojado y ahora quiere intentar recuperar sus medicinas y un arcón con 400 euros en comida. El tendido eléctrico ha quedado devorado por las llamas y no sabe lo que se va a encontrar.

Antena 3» Programas» Espejo Público» Noticias

Publicidad