Adicciones

El cannabis causa del 90 % de los ingresos de menores en centros de desintoxicación: cada vez más adolescentes en urgencias

A través de modificaciones genéticas, las mafias han multiplicado por siete la potencia de la marihuana y el hachís en los últimos años. Estas sustancias son las causantes del 46% de los ingresos de menores en urgencias hospitalarias por consumo de drogas. Más Espejo ha hablado con jóvenes adictos en recuperación. Ahora dirían “no” ante la primera invitación a un porro.

Jóvenes adictos

Publicidad

Marcos empezó a consumir cannabis con solo quince años. Ahora tiene veintidós. "Empecé a fumar porque un compañero me contó que había probado el cannabis durante el fin de semana y que la experiencia había sido estupenda. Quise probarlo y me equivoqué", afirma Marcos. Poco a poco, su consumo fue aumentando y los efectos cambiaron. "Me encerré en casa. Era incapaz de socializar. Pensaba que la gente me cuestionaba. Sufrí varios brotes psicóticos", recuerda.

Para muchos sigue siendo una droga blanda, pero su riesgo va en aumento. El número de adolescentes que acuden a urgencias por hachís y marihuana por el aumento del THC en estas drogas se ha incrementado considerablemente. Muchos piensan que es una droga blanda e infravalora sus peligros.

El peligro de la aceptación social

Según Marcos, esta droga ha deteriorado mucho su salud mental, que sigue tocada. Fueron cuatro años de adicción al cannabis. Frecuentaba un grupo de amigos que también fumaba y eso le marcó. “Me movía en círculos de camellos y empezaron a ofrecerme otras drogas. Probé benzodiacepinas, MDMA, LSD, cocaína y pasta base. Vivía para drogarme”, afirma.

Marcos lleva dos años de tratamiento en el centro de desintoxicación “Caminando Juntos”, en Huelva. Hoy Nerea Domínguez, trabajadora social, afronta la terapia de grupo diaria. Pregunta a los jóvenes que intervienen. Daniel, Leo, Marian y el propio Marcos confiesan que el cannabis fue su inicio en el consumo. Una droga puente que les ha dejado una huella muy negativa. Nunca fueron conscientes del riesgo de esta droga. La psicóloga de Caminando Juntos, Nazaret Vélez, advierte que los padres muchas veces tampoco llegan a conocer la realidad de esta droga. "Muchas veces le restan importancia. Hay padres que piensan que no pasa nada porque los niños prueben, que se relacionen con cierto tipo de sustancias. Luego viene el problema. Los propios jóvenes piensan que no están haciendo nada malo", afirma.

Droga en cada esquina y pantalla

Los datos apuntan a que el hachís y la marihuana entran muy pronto en la vida de los más jóvenes. La edad de consumo medio está en los 14 años. El cannabis supone el setenta por ciento de los ingresos en urgencias de menores por consumo de drogas. Pero lo más peligroso es que las mafias de la droga han multiplicado por siete el contenido del THC, el principio psicoactivo del cannabis, en los últimos años. Ahora, los efectos de esta sustancia son más perjudiciales y también disparan la adicción.

Además, el acceso a estas drogas es cada vez más fácil para los adolescentes. "No es complicado comprar cannabis en la calle. En mi barrio prácticamente en cada esquina se podía encontrar", asegura Aitor, que reside desde año y medio en un piso terapéutico de Caminando Juntos. Pero ahora los traficantes han encontrado un nicho más de mercado del que advierte la psicóloga Nazaret Vélez: Las redes sociales. "El móvil se ha convertido para los jóvenes en una puerta abierta a cientos de perfiles en internet. Además, pueden tener acceso a camellos que quieren venderles drogas", apunta. Aitor tiene diecinueve años y empezó a fumar cannabis con tan solo once. Llegó a consumir diez gramos al día. No paró durante seis años. En ese periodo tomó cocaína, éxtasis, heroína y fentanilo. Una sobredosis de metanfetamina le acabó llevando a la UCI. "Me quedé prácticamente muerto. Me tuvieron que reanimar dos veces", recuerda. Tocó fondo y sus padres le ingresaron en Caminando Juntos. Pensaba que solo serían unos días, pero se dio cuenta de que el recorrido iba a ser largo si quería reorientar su existencia. Ahora estudia peluquería y quiere dedicarse a esta profesión.

"Yo he hecho cosas bajo los efectos de la droga que nunca hubiera pensado. El problema no es el primer porro. Lo malo viene después, cuando buscas dinero donde sea para consumir y llegas incluso a delinquir", apostilla. Ahora, Aitor y Marcos están centrados en su recuperación. Los dos coinciden en que rechazarían el primer porro que les ofrecieron si pudieran volver atrás. Marcos admite que el cannabis le ha hecho mucho daño: "Me ha quitado demasiado tiempo y también salud mental". Aitor no olvida la dura experiencia que ha vivido con las drogas, destaca que antes era esclavo de ellas. "Era mi dependencia. Ahora siento de verdad. He aprendido que empiezas a ser una persona cuando dejas de consumir".

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad en nuestro perfil de Google.

Puedes ver 'Espejo Público' completo en AtresPlayer.

Antena 3» Programas» Espejo Público» Noticias

Publicidad