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CONVERSACIONES DEL TESTIGO PROTEGIDO
Así se gestó el intento de secuestro del expresidente del Valencia
Un plan ideado más de 100 días antes. Así se gestó, según la declaración del testigo protegido del caso, el secuestro a Vicente Soriano, ex presidente del Valencia C.F
Según la diligencia a la que ha tenido acceso Espejo Público, un hombre, llamado Tati le comunica que hay una persona que necesita cobrar una deuda. Al preguntar, de quien se trata, el tal Tati le dice que es mejor realizar una reunión. Y así lo hacen. La persona que se presenta a tal reunión es el otro ex presidente del Valencia, Juan Soler. Tenía una deuda, lo acreditó ante el testigo mediante documentos y varias informaciones recabadas por detectives. Una vez que el testigo tiene claro que la deuda existe, en una reunión posterior, le dicen que, la única forma de cobrar la deuda es secuestrando al deudor y a su mujer. La víctima, según cuenta a la policía, es Vicente Soriano y la cantidad que guarda en su casa 15 millones de euros.
Pasados los días, según el relato del testigo, la operación se retrasa y, con los datos que maneja, decide contar a la policía lo que está ocurriendo. Pensaba que el cobro se iba a hacer de una manera legal. Pero ya estaba dentro y los implicados en el secuestro comienzan a pasarle documentación de las cuentas bancarias de Vicente Soriano. Con todo, el testigo, traslada los datos al grupo de atracos de la policía nacional y da a conocer el lugar donde se realizaría el trabajo.
Los hechos se iban a producir a las 10:30 de la mañana, hora a la que la víctima acude a desayunar a una cafetería. Tras retenerle, se le introduciría en una furgoneta, de allí, a la localidad de Alfafar, donde se encontraba el bajo donde iba a permnanerece secuestrado. Posteriormente, en una caravana, se le trasladaría a Francia.
Con todos estos datos, la policía propone al testigo llevar un micrófono en la próxima reunión y así lo hace. Grabará las conversaciones con Juan Soler pero además, hablará con la víctima, Vicente Soriano. Según su declaración, sentía la obligación moral de comunicarle pesonalmente del daño que estas personas querían hacerle
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