Lanzarse desde un acantilado, desde una roca o exhibir un salto arriesgado en un río no siempre es divertido. El 5% de las lesiones medulares que se producen en España es por culpa de un mal salto. Los socorristas piden prudencia y sentido común.
Los profesionales insisten en que es importante proteger el cuello y la cabeza entre los brazos al zambullirse. Además, conviene calcular si la profundidad es suficiente para no golpearse con el fondo. Si se trata de lugares desconocidos, es mejor abstenerse.
Un mal golpe o una caída desafortunada pueden provocar lesiones tan graves como una parálisis u otras menos graves pero que requieren rehabilitación.