Un cura de Tenerife prohíbe poner una mesa de la Asociación contra el Cáncer en una plaza

En la plaza del municipio de Los Cristianos, en Tenerife, no se puede jugar a la pelota ni realizar  actividades colectivas sin permiso del cura, ni siquiera una cuestación benéfica.

Hace unos días, el Ayuntamiento autorizó que la Asociación Española contra el Cáncer instalara en la plaza una mesa informativa pero el cura les echó de allí. "Le enseñaron el papel del Ayuntamiento y dijo que no era válido, que tenían que levantarse o si no, llamaba a la policía", dijo una vecina.

El párroco no ha querido hacer declaraciones pero desde la iglesia dicen que la plaza es suya y que les tenían que haber pedido permiso. Sin embargo, el Ayuntamiento afirma que es de uso público independientemente del dominio original y por eso cualquiera puede usarla.

Hay vecinos que apoyan algunas propuestas del sacerdote, como la de no jugar a la pelota, porque pueden romper las ventanas de las casas cercanas. La polémica sobre la propiedad de la plaza ha descubierto el carácter de un párroco que no gusta a todo el mundo. Uno de los aspectos menos aceptados es que  reproche a las mujeres que entran al templo en tirantes y las obligue a cubrirse en un pueblo con una temperatura media de 23 grados.