Los fuertes vientos que azotan Australia están provocando auténticos estragos en diferentes poblaciones. Han sido derribados árboles que han caído sobre trenes y coches, dejándolos destrozados.
También han provocado caídas de cables eléctricos que originaron un incendio en una casa y causaron daños en varias propiedades.
En el área de las Montañas Azules varias carreteras y líneas ferroviarias se han cerrado al tráfico, mientras se trabaja contra reloj para despejar los árboles caídos y los escombros.
Los vientos, que han llegado a alcanzar los 137 km. por hora, han cortado la energía eléctrica a más de 20.000 viviendas.