Reino Unido

Una madre de 22 años es acusada de homicidio imprudente por la muerte de su hijo de seis meses

El bebé murió al salir despedido desde el interior del coche en el que viajaba junto con una amiga de la madre tras sufrir un accidente. La progenitora conducía bajo los efectos del alcohol.

Imagen de archivo de un accidente en Roma.

Imagen de archivo de un accidente en Roma.Getty

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La tarde de ayer un tribunal declaraba culpable de homicidio imprudente a la madre de un bebé de seis meses. Tras tres años de labores judiciales e investigaciones policiales abiertas, el fallo del jurado ha decretado el arresto de Morgan Kiely, por la trágica muerte de su hijo en el año 2019.

Todo ocurrió una tarde cuando junto con una amiga regresaron de pasar el día en la playa en Essex, Reino Unido. En un momento dado, el coche volcó y los adultos terminaron en el techo del automóvil. Sin embargo, durante las vueltas de campana que dio, el bebe salió despedido a través de la ventana que se encontraba abierta. El niño no se encontraba bien sujeto al asiento. Se pudo saber después, la madre había estado bebiendo vino y se encontraba bajo los efectos del alcohol cuando conducía.

Finalmente, los servicios de emergencia acudieron al lugar y atendieron a Harry durante más de una hora. Posteriormente, fue trasladado de urgencia al hospital, donde lamentablemente el niño falleció a la noche debido a las lesiones "insuperables" que había sufrido en el accidente, entre las que había una fractura del cráneo, según informaron los sanitarios.

El accidente

El fiscal, Alex Stein, aseguró previamente al Tribunal de la Corona de Chelmsford que el niño no había sido atado "correctamente" al asiento del automóvil durante el viaje desde la playa hasta la casa de su abuela. El pequeño estaba situado en la parte trasera del vehículo en el lado del conductor en un asiento destinado para pequeños. Al hablar ante el tribunal, un testigo clave del accidente dijo que era "muy probable" que las correas del asiento no estuvieran bien abrochadas.

Ahora, la madre ha sido declarada culpable de homicidio "por negligencia grave" y ha recibido una pena de prisión de dos años.

Un "terrible error de la madre"

Todo apunta a que la madre se distrajo mientras conducía el auto. Kiely perdió el control del coche y se chocó contra un vehículo que estaba estacionado. El vehículo, que circulaba dentro del límite de velocidad de 30km por hora, acabó volcando y terminó sobre su techo.

Un testigo experto habló anteriormente en el juicio sobre el asiento infantil para automóvil y cómo está diseñado para funcionar, explicando que era muy poco probable, pero no imposible, que las correas del asiento estuvieran aseguradas en el automóvil.

El juez Jay, que se ha encargo del caso, describió el accidente fatal como "un accidente que probablemente no estaba previsto que ocurriera". Añadió que "tal vez 99 veces de cada 100 el coche no se habría volcado a esa velocidad y Harry posiblemente habría sobrevivido". Otras de las citas que ha dejado el juez para la posterioridad ha sido la siguiente en la que indica "que es obvio para todos en esta sala que usted fue una muy buena madre para Harry en todos los aspectos y que este fue un fracaso único".

Sin embargo, este "terrible error" ha sido suficiente para que el juzgado dictara sentencia y acabara mandando a la madre del bebé a prisión porque el juez Jay dijo que "la seguridad de Harry era su responsabilidad. Debería haber sido su principal preocupación ese día".

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