Acuerdos comerciales

Donald Trump aterriza en Escocia: se reunirá con Ursula von der Leyen para las negociaciones comerciales

El presidente ha llegado a Europa, donde alternará actividades privadas en sus resorts con una agenda centrada en el posible acuerdo arancelario con la Unión Europea.

Donald Trump jugando al golf en Escocia

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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aterrizó el pasado viernes en Escocia, dando comienzo a una visita que durará cuatro días. El Air Force One fue recibido por una multitud congregada en las inmediaciones del aeropuerto de Prestwick, a 30 kilómetros de Glasgow, donde Trump descendió acompañado de un dispositivo de seguridad reforzado. Allí, lo recibieron el embajador estadounidense en Reino Unido y el ministro británico, Ian Murray.

Trump se trasladó, rodeado de un convoy de más de 20 vehículos, hasta su complejo en la localidad escocesa de Turnberry, en la costa oeste. El mandatario dedicará el fin de semana a actividades privadas en sus dos resorts de golf y, paralelamente, mantendrá su agenda diplomática.

La reunión entre Trump y Von der Leyen

Este domingo, el presidente estadounidense tendrá un encuentro con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Según fuentes comunitarias que no han proporcionado más detalles, el encuentro será en Turnberry, el club de golf propiedad del presidente.

Esta reunión, que se produce por "invitación" de Trump, se llevará a cabo a pocos días de que expire el ultimátum dado por el mandatario norteamericano antes de imponer aranceles generalizados sobre las producciones europeas el 1 de agosto.

Así lo confirmó Von der Leyen en sus redes sociales: "Tras una buena llamada con el presidente de EEUU, hemos acordado reunirnos en Escocia para debatir las relaciones comerciales transatlánticas y ver cómo podemos mantenerlas fuertes".

La presidenta de la Comisión estará acompañada por el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, quien ha capitaneado las negociaciones en nombre de la UE. "Se han mantenido intensas negociaciones a nivel técnico y político entre la UE y Estados Unidos.

"Los líderes evaluarán la situación y considerarán el alcance para un resultado equilibrado y que proporcione estabilidad y previsibilidad a las empresas y los consumidores a ambos lados del Atlántico", declaró en la noche del viernes la portavoz del Ejecutivo comunitario, Paula Pinho, tras conocerse la invitación de Trump a Von der Leyen.

A su vez, Donald Trump, declaró este viernes que "hay un 50% de probabilidades, quizás menos, pero un 50 % de posibilidades de llegar a un acuerdo con la UE. Será un acuerdo en el que tengan que dar algo para reducir sus aranceles. Ahora mismo están en el 30% y tendrán que dar algo o dejarlos como están, pero quieren alcanzar un acuerdo con todas sus fuerzas"

Antes de partir hacia Escocia, Trump ha manifestado en una rueda de prensa que la Unión Europea estaba ante una oportunidad muy aprovechable para lograr un esperado acuerdo comercial, antes de que expire la fecha límite del 1 de agosto. "Creo que la Unión Europea tiene una oportunidad muy buena de alcanzar un acuerdo...Hay mucho dinero de por medio. Mucho dinero", ha recalcado.

Trump ha amenazado a la UE con una subida arancelaria a todos los productos del 30 % a partir del 1 de agosto, una cifra que, según el comisario europeo de Comercio, haría "prohibitivo" el intercambio de bienes a ambos lados del Atlántico.

Contramedidas europeas presentes en la recámara

Al poco de conocer el ultimátum de Trump, el pasado 13 de julio, Von der Leyen respondió con posibles medidas de represalia que dejaría en suspenso hasta el 1 de agosto para dar una oportunidad a una salida negociada.

La presidenta va al encuentro con Trump con un buen arsenal de contramedidas en la recámara por valor de 93.000 millones de euros, recién aprobado por veintiséis de los veintisiete países de la UE. Una respuesta contundente, pero escalonada, con un primer paquete de represalias que entraría en vigor el 7 de agosto y un segundo paquete, de mayor cuantía, que no se aplicaría hasta septiembre de este año o incluso febrero de 2026.

"Con respecto a un acuerdo, un resultado, creemos que semejante resultado está al alcance, y estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para proporcionar eso a los ciudadanos, empresas y consumidores de la UE", declaró el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, en una rueda de prensa.

En un escenario de ruptura que parece improbable, la UE impondría a partir del 7 de agosto contramedidas a las importaciones procedentes de Estados Unidos en respuesta a los recargos del 50 % que Washington impone a las compras de acero y aluminio, con excepción de los aranceles a la soja y las almendras, que entrarían en vigor el 1 de diciembre.

Las represalias por los aranceles estadounidenses a los automóviles, del 25 %, y a los aranceles llamados "recíprocos" (ahora del 10 %, pero que pasarían a un 30 % sin acuerdo), se retrasarían hasta el 7 de septiembre de este año y el 7 de febrero de 2026, dependiendo del tipo de productos.

La respuesta que entraría en vigor el 7 de agosto se corresponde a la primera lista propuesta por la Comisión Europea (de 21.000 millones de euros), mientras que los aranceles que entrarían en vigor en septiembre o en febrero se corresponden con la segunda lista (de 72.000 millones).

Las contramedidas también prohíben a partir del 7 de septiembre la venta a operadores de Estados Unidos de desperdicios y desechos, tanto de hierro o acero como de aluminio.

La activación de aranceles por fases se explica, según fuentes comunitarias, por la necesidad de dar a las autoridades aduaneras tiempo suficiente para prepararse para cobrar esos aranceles (7 de septiembre) y para dar tiempo a la industria de la UE para adaptar sus cadenas de suministro.

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