Guerra Ucrania

La guerra de ruso-ucraniana se libra en el cielo: la 'carrera celeste' es una realidad

Cada día los habitantes de ciudades ucranianas como Kiev observan como los drones surcan el cielo y participan de forma activa en la guerra.

Imagen de un soldado sosteniendo un dron interceptado

Imagen de un soldado sosteniendo un dron interceptadoGetty

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Lo que al principio de la guerra eran decenas de drones, ahora son centenares. Una de las novedades bélicas que trajo la guerra ruso-ucraniana fue el uso de los drones como arma de guerra. Conforme han pasado los meses y los años, ambos bandos, a través de 'ensayo y error', han ido tecnificando sus artefactos aéreos. Lo que en el pasado fue la 'carrera espacial' ahora es la 'carrera celeste', puesto que el erigirse como el soberano del cielo del campo de batalla es una realidad entre la Federación de Rusia y Ucrania.

Una de las consecuencias de este nuevo campo de batalla se puede observar en los aeropuertos rusos como el de Moscú. Según informó el Ministerio de Defensa ruso, el último ataque dejó un total de 117 drones, 30 de los cuales fueron en el de la capital rusa. Aunque recalcan que en noches pasadas a este ataque, el ejército interceptó otro centenar de drones en el espacio aéreo de Rusia. Por este motivo, los rusos se han acostumbrado a ver el caos en los aeropuertos, vuelos cancelados, retrasados y cientos y cientos de pasajeros durmiendo en las terminales.

Los daños en territorio ruso

Las informaciones rusas arrojan que los drones ucranianos son interceptados por las tropas rusas en su mayoría; sin embargo, el bando ucraniano no duda en celebrar y asegurar que sus enjambres de drones logran que se cierren espacios aéreos de gran relevancia geopolítica como el de Moscú. Algo que califican los ucranianos como el triunfo de la "presión directa sobre Moscú y sus ciudadanos".

En esa línea, por cuestiones de garantizar la seguridad de los moscovitas, la Agencia Federal del Transporte Aéreo ha interpuesto restricciones temporales a las llegadas y a las salidas de varios aeropuertos rusos, como los de Sheremetyevo, Vnukovo, Domodedovo o Zhukovskiy. Y es que la situación se vuelve tan crítica en algunos aeropuertos que aerolíneas como Aeroflot han comenzado a distribuir colchones hinchables entre los pasajeros varados para que puedan pasar la noche en los aeropuertos.

Las consecuencias económicas

Los ataques ucranianos se están dejando notar también en la economía rusa. El parón de las aerolíneas ha provocado la caída de un 2% en las acciones, según la Bolsa de Moscú. Y es que tan solo en las primeras semanas de julio, las aerolíneas aéreas perdieron alrededor de 250 millones de dólares, lo que equivaldría a 20.000 millones de rublos, según informan algunos medios rusos.

Hasta la tarde del 6 de julio se habían cancelado en total aproximadamente 287 vuelos. Y es que el desvío de un avión a otro aeropuerto tiene un gran coste, concretamente entre 1,5 y 2 millones de rublos. Se estima que el coste de la cancelación de los vuelos durante un día, tan solo en tres aeropuertos, oscila entre los 4.000 y 6.000 millones de rublos.

Además, si un aeropuerto sufre daños en su infraestructura, se traduce en miles de pérdidas. Si se ven afectadas las cadenas de suministros en el país, la situación puede volverse más crítica para el país. Por lo que tanto el Ministerio de Defensa como el ejército ruso procuran minimizar los ataques en sus aeródromos, pero son conscientes de la gravedad de tener estas infraestructuras dañadas o inoperativas.

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