El tsunami invade las tranquilas calles de la ciudad de Kamaishi en el noreste de Japón. El agua sube la calle y arrastrando todo a su paso. Dos militares intentar poner orden en el caos mientras los japoneses huyen presa del pánico. No todos tienen fuerzas para correr, este anciano intenta escapar como puede.
La ola hace que el videoaficionado y los transeúntes se refugien en un edificio en obras. Las alarmas no dejan de sonar.
Tres meses después de estas imágenes los técnicos de la devastada central nuclear de Fukushima, han presentado un nuevo proyecto para sellar los reactores afectados. Cubrir con paneles de poliéster los edificios.
La estructura en un principio cubrirá el edificio del reactor numero 1. Tendrá 54 metros de altura y los trabajos de construcción se realizarán con grúas por control remoto, para evitar que los operarios estén expuestos a altos niveles de radiación.