Escena uno: la madre de un soldado está chateando con su hijo, militar destinado en Afganistán. Él le anuncia, a través de Facebook, que esperan una visita muy importante en la base. La orgullosa madre comparte la información de inmediato, compartiéndola de manera pública en su muro de la red.
Nada más publicarse, suena el timbre de la casa. Inmediatamente después, se ve a la madre tomando el té con un terrorista armado.
Escena dos: dos mujeres, miembros de la Marina, anuncian en su twitter que pasarán la noche fuera, en un local determinado. Se hacen incluso una foto frente al barco en el que trabajan. Se las ve después bailando en una discoteca con dos terroristas armados.
Con estos spots, el Ministerio de Defensa británico quiere advertir a sus soldados de los riesgos de compartir en redes sociales información 'sensible' de su trabajo diario. 'Think before you tweet' (Piensa antes de tuitear), éste es el mensaje principal de la campaña.
Los anuncios terminan con un mensaje muy claro: 'Quizá no solo tus amigos y familiares lean tu Facebook. Piensa antes de tuitear, usar tu blog, cargar una foto, poner una etiqueta, mandar un mensaje y compartir'.