Precisamente en Arizona, este fin de semana se ha celebrado una feria en la que comprar un rifle está al alcance de todos. Hombres, mujeres y niños... No importa el sexo, la edad, o la condición social. Tampoco si se es demócrata o republicano. El uso del revólver es un hecho tan arraigado en los estadounidenses que hasta está reflejado como un derecho constitucional.
La propia Gabrielle Giffords, que ahora se debate entre la vida y la muerte, no lo cuestionaba. Pero la masacre del pasado día 8 contra ella, en la que perdieron la vida 6 personas, entre ellas una niña de 9 años, ha reabierto el eterno debate.
Los detractores muestran las cifras: en 90 de cada 100 hogares hay un arma y lo que es más escalofriante: cada año mueren más de 9.400 civiles y otros 40.000 resultan heridos. Los partidarios de autodefenderse aseguran que la responsabilidad de esas muertes empieza y acaba en el individuo que mata.
En la noche del sábado, en un plató de televisión se vio un ejemplo del nivel de crispación en torno a este tema. Un miembro del Tea Party afirmaba que hay que posponer ese asunto hasta que se haya enterrado a las víctimas. En ese momento, uno de los 19 heridos en la masacre le grita "estás muerto", tras lo que es detenido.
Otro hecho llamativo es que este fin de semana, Tucson ha albergado la feria de rifle donde se encuentran todo tipo de gangas y novedades. Un dato que da que pensar es que las ventas han aumentado un 60 por ciento y que el modelo más demandado ha sido la Glock 9 milímetros, la pistola utilizada por Jared Lee Loughner en el tiroteo del pasado sábado.
