¿Cómo vive Ucrania estar en el centro de una nueva Guerra Fría?

La tensión diplomática ya se ha vuelto una amenaza firme que se recrudece a medida que pasan las semanas. Ucrania solicita ayuda de la OTAN y la Unión Europea. Su antiguo presidente, Víktor Yanukóvich, un conocido separatista pro-ruso, fue quien empezó toda esta situación, vetando la entrada ucraniana en la UE y sellando alianzas con Putin. A día de hoy, Yanúkovich es un prófugo de la justicia en Ucrania y vive asilado en Rusia.

No obstante, son los ciudadanos los que han pasado las penurias, y las siguen padeciendo. Así nos lo cuenta una mujer que reside en el Donbás, región de Crimea, territorio que invadió Rusia hace ya ocho años, generando un enorme conflicto internacional: "Viví el conflicto de 2014, me daban miedo los disparos y ahora vuelvo a escucharlos y entro en pánico".

También los separatistas pro-rusos exigen que Crimea sea reconocida internacionalmente como parte de Rusia y no de Ucrania, puesto que solo Bielorrusia ha dado su apoyo a Putin: "Necesitamos que nos reconozcan como parte de Rusia. Hemos derramado mucha sangre para ello". Más de 13.000 personas han perdido la vida desde el estallido de los conflictos civiles en Crimea.

Biden excluye a Sánchez de sus contactos por Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, continúa siguiendo muy de cerca la situación en Ucrania y ha contactado con numerosos Estados europeos para coordinar una respuesta de emergencia en caso de Rusia lanzara una ofensiva militar. Entre esos contactos no se encuentra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pese a que España es miembro de la OTAN desde 1982.

Biden sí ha ordenado sacar de inmediato al personal no necesario de sus embajadas en Ucrania, una decisión que desde Kiev tildan de "temprana". Pero Estados Unidos no está dispuesto a jugarse el cuello ante una situación de tal calibre y sobre todo teniendo en cuenta que la popularidad de Biden no ha dejado de caer desde la caótica salida de Afganistán.

Ucrania, por ahora, permanece alerta, y muchos de sus ciudadanos ya han advertido de que "se defenderán" si Rusia trata de recuperar este territorio, que fue parte de la defenestrada Unión Soviética hasta su independencia en julio de 1990. Pese a todo, Vladimir Putin confía en devolver a su país el sueño de volver a ser la gran amenaza a Estados Unidos y arrebatarle la posición a China.

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