La calificadora de riesgos explicó que el principal detonante de esta decisión ha sido la creciente posibilidad de que cuando finalice en 2013 el actual plan de asistencia prestada por la UE y el FMI, Irlanda probablemente necesitará más ayudas financieras oficiales antes de que pueda retornar a los mercados privados de capitales, así como la creciente posibilidad de que se exija la participación de los acreedores del sector privado como condición previa a la concesión de estas nuevas ayudas, en línea con las últimas propuestas manejadas por la UE.
En este sentido, Moody's recuerda su postura de que la perspectiva de cualquier tipo de participación privada en las medidas para aliviar la presión de la deuda resulta negativa para los tenedores de bonos soberanos en dificultades.
Asimismo, la calificadora de riesgos apunta que, a pesar de que Irlanda ha demostrado un fuerte compromiso de consolidación fiscal y, hasta la fecha, ha cumplido los objetivos de su programa, los riesgos de implementación de dicho programa continúan siendo significativos, particularmente en vistas de la debilidad de la economía irlandesa.
Por otro lado, Moody's precisa que su perspectiva 'negativa' sobre el 'rating' de Irlanda refleja estos significativos riesgos de implementación para los planes del Gobierno de reducción del déficit, así como el "cambio en el tono de los gobiernos de la UE respecto a las condiciones bajo las cuales se prestará asistencia a los países en dificultades".
De manera paralela a la rebaja de la nota soberana de Irlanda, Moody's ha recortado desde 'Baa3' hasta 'Ba1' la nota de solvencia de la Agencia Nacional de Gestión de Activos (NAMA), cuya deuda está garantizada de manera plena e incondicional por el Gobierno de Irlanda. Asimismo, la perspectiva sobre el 'rating' de NAMA se mantiene 'negativa', en línea con la del Gobierno.