Vivienda
Un joven gaditano opta por vivir en una furgoneta ante la imposibilidad de acceder a una vivienda
José Antonio tiene 29 años, gana 1.300 euros al mes y no puede permitirse pagar un alquiler en Cádiz.

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La crisis de acceso a la vivienda sigue golpeando con fuerza, especialmente a los jóvenes que buscan independizarse. Los altos precios del mercado inmobiliario y el encarecimiento constante de los alquileres han llevado a muchos a compartir piso como única alternativa. Sin embargo, para algunos ni siquiera esa opción resulta sostenible a largo plazo. Es el caso de José Antonio, un joven de 29 años, natural de Medina Sidonia, que ha decidido dar un giro radical a su vida: renunciar a seguir compartiendo piso para vivir en una furgoneta.
Funcionario de profesión y con un sueldo mensual de 1.300 euros, José Antonio explica que ese ingreso le permitía, como mucho, alquilar una habitación en una vivienda compartida. Durante un tiempo estuvo destinado laboralmente en Murcia, donde convivía con tres personas más.
Un viaje que le cambió la vida
La idea de buscar una alternativa surgió durante un viaje de 20 días por el norte de España, donde se alojó improvisando un dormitorio dentro de su coche, instalando un colchón en la parte trasera. Aquella experiencia, le ofreció una inesperada sensación de libertad. Fue entonces cuando comenzó a plantearse seriamente la posibilidad de vivir de otra manera.
Tras regresar del viaje y enfrentarse de nuevo a la convivencia, tomó la decisión: comprar una furgoneta, customizarla y convertirla en su hogar. Hoy vive en ella, encontrando la independencia que el mercado inmobiliario le negaba. Tiene lo necesario para vivir, una pequeña cocina donde se prepara sus comidas, una ducha exterior con su termo y una cama.
Actualmente, José Antonio reside en Cádiz, una de las provincias con los alquileres más disparados del país. Sin embargo, su furgoneta le permite algo que una vivienda tradicional no puede darle: movilidad. "Hay días que elijo despertarme viendo la montaña y otros la playa", cuenta. Lleva ocho meses viviendo así y asegura estar completamente adaptado. "Es una vida muy distinta, te cambia el estilo de vida", afirma.
Las redes sociales como ventana a su día a día
Gracias a esta nueva forma de vivir, se considera menos consumista y mucho más deportista. Aprovecha su tiempo libre para salir a correr o hacer surf, actividades que ahora forman parte de su rutina. Además, José Antonio comparte su estilo de vida en redes sociales, donde muestra rutinas, consejos y reflexiones sobre la vida en furgoneta. Lo hace con un objetivo claro: inspirar a otros jóvenes y, al mismo tiempo, poner en práctica lo que estudia, ya que cursa marketing a la vez que trabaja.
La historia de José Antonio vuelve a evidenciar la brecha creciente entre los salarios jóvenes y el coste real de acceder a una vivienda digna.
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