Marea roja
La producción de mejillón en Galicia, paralizada a las puertas de la Navidad
El fenómeno es relativamente habitual; se trata de la presencia temporal de biotoxinas en el agua que obligan a paralizar la extracción de mejillón en las rías gallegas. El problema en estos momentos es la proximidad de las fiestas.

Publicidad
La situación es conocida. No se trata de un problema nuevo ni tampoco mayor, en cuanto a que en la medida en la que se solucione de manera natural, se reabrirá la producción. La especial complicación en esta ocasión está, fundamentalmente, en la proximidad de la Navidad y el perjuicio económico que esto supone para el sector.
¿A qué se debe el cierre de la producción de mejillón? Vayamos por partes. Los mejillones se crían en bateas, esas estructuras flotantes de madera tan características de las rías gallegas. De ellas cuelgan cuerdas de unos diez metros de longitud en las que se fija la cría de mejillón, y donde crecen y engordan hasta el momento perfecto de su extracción. El problema es que en ocasiones se produce un fenómeno natural conocido como marea roja.
Controles constantes en las rías gallegas
La marea roja ocurre cuando ciertos tipos de microalgas se multiplican de forma exagerada en el mar. Recibe este nombre porque pueden llegar a colorear ligeramente el agua con tintes rojizos o incluso marrones, aunque también pueden ser imperceptibles. Esas microalgas generan ciertas toxinas que pasan al marisco y que pueden acabar afectando también a las personas en caso de que los consuman. El resultado podrían ser problemas gastrointestinales como náuseas o diarrea.
Los controles en las rías gallegas son constantes. Lo son a lo largo de toda la cadena de comercialización de los productos que proceden del mar, una de las mayores riquezas de esta tierra que, por ello, vigila con empeño todo el proceso para garantizar que lo que llega a nuestro plato lo hace en las condiciones perfectas.
Unas 3.400 bateas permanecen cerradas
De ahí que, en estos momentos, apenas una veintena de bateas estén abiertas a la extracción. Las únicas cuyas aguas han arrojado resultados dentro de los parámetros adecuados. Apenas unas veinte abiertas y el resto, unas 3.400 plataformas, cerradas a la espera de que las muestras digan lo contrario.
Se trata de un proceso natural, que cambia por sí mismo y que igual que viene se va. Los moluscos que están en estos momentos en el agua eliminan por sí solos la toxina y pueden volver a consumirse sin ningún problema. Es cuestión de tiempo.
El sector mejillonero facturó el año pasado casi 129 millones de euros
Los expertos aluden a algunos motivos que podrían influir en el aumento de estos episodios de biotoxinas, por ejemplo, una mayor temperatura en las aguas, la estabilidad (falta de corrientes), demasiada luz, contaminación… Actualmente han pasado ya unas dos semanas desde que la marea roja comenzó a extenderse por el litoral gallego y esto supone pérdidas para los mejilloneros y también para toda la industria que le acompaña, por ejemplo, las conserveras.
El año pasado se extrajeron en Galicia 179.000 toneladas de mejillón, que supusieron una facturación de casi 129 millones de euros, según datos oficiales. Sí es una época de consumo en la que esperan poder abastecer al mercado con normalidad.
Más Noticias
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad en nuestro perfil de Google.
Publicidad









