"Ni Dios podrá hundir este barco". Eso dijo, aseguran, el dueño del primer Titanic. Un iceberg y más de 1.500 fallecidos se encargaron de llevarle la contraria.
Ahora, sólo un poco más prudente se muestra el australiano Clive Palmer. Su fortuna ronda los 5.000 millones de euros gracias a la minería y su próximo proyecto es construir una réplica del famoso trasatlántico: ""Muchos antes lo han intentado pero no tenían ni el astillero ni el dinero suficiente. Nosotros ahora tenemos ambas cosas", asegura el multimillonario.
Ahora, los astilleros originales de Belfast serán sustituidos por los de Nanjing, en China. El nuevo 'Titanic' tendrá los mismos planos del original, aunque lo último en tecnología. Motor diesel en vez de carbón, las chimeneas serán sólo decorativas. Los camarotes y el interior se reconstruiran casi idénticos e igual de lujosos.
Un proyecto colosal que no ha evitado, eso sí, numerosas bromas ya en Internet, como comentarios sarcásticos o fotomontajes: "Por supuesto nuestra intención es que funcione, somos los primeros interesados en que el barco navegue al menos durante el próximo siglo".
El 'Titanic 2' terminará de construirse en 2016. Su promotor no ha querido cifrar el coste del proyecto. Su primera travesía será de Shangay a Londres y después de allí a Nueva York como el barco original. Eso será claro si, esta vez, Dios quiere.